En esos días largos
que llegan a doler porque destierran
el placer del escarnio
para alimentar la mística vida
con las otras jornadas
que entretejen mensajes de cortedad
con un sol que se tarda
y una pérdida del mundo indómito
en la pertinaz mezcla
dotada de presagios y visitas
a lo incierto suicida
entre yerros y puentes yuxtapuestos
incluso en días sin nombre
con espátulas que rayan los frentes
y las espaldas frías
dándoles de comer los sueños agrios
esos írritos días
en que pululan nuestros monstruos diarios
que destierran esbozos
de las calles desiertas y luctuosas
arrebañan humores
de la carne que siembra el paraíso
que con el alba eriza
es tatuado amor que abraza constante
y nos deja caer
como el único día omnipresente
que se cubre de abismo
al levantar los templos de la inercia.
¿Se conjuga el recuerdo?
¿Cesa la ausencia del futuro eterno?
¿Y si el presente es pausa?
¿Habrá verbos que no nos pertenecen?
Mi correo es ricardocaballerodelarosa@gmail.com














