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Celebran en Puebla al patrono de los partos

La iglesia católica celebra este miércoles 31 de agosto, considerado como el Día de la Obstetricia y la Embarazada, a San Ramón Nonato, patrono de los partos, niños, embarazadas y personas acusadas falsamente.
En Puebla, la Parroquia San Ramón Nonato se ubica en la Avenida 20 de Noviembre, en la junta auxiliar de Zaragoza, al poniente de la capital del estado; además, se encuentra una capilla en honor al santo en la Calle 9 Norte 806, en el Centro Histórico de la ciudad de Puebla.


En la fe católica, San Ramón Nonato es el patrono de las mujeres embarazadas, por ello, es invocado cuando hay peligro de salud en una mujer embarazada o niño por nacer. De la misma forma, a San Ramón se le considera como un santo efectivo contra los rumores o los chismes.


Ramón Nonato, quien nació en Portell, España en el año 1204, fue extraído del útero de su madre a través del método conocido como cesárea y después de que ella hubiera fallecido.


Su formación la realizó como miembro de la orden de los Mercedarios, fundada por San Pedro Nolasco para el rescate de los fieles católicos que estaban detenidos por los musulmanes del Norte de África.
San Ramón Nonato fue ordenado sacerdote en 1222 y fue superior en varias comunidades de la Orden de la Merced. Viajó al norte de África, donde pagó por el rescate de varios prisioneros y llegó el momento en que se quedó como rehén a cambio de la liberación de otro cristiano.


La tradición católica revela que San Ramón fue azotado en repetidas ocasiones; sin embargo, nunca dejó de hablar de su fe. Le fue puesto un candado en la boca y solamente lo abrían cuando tenía que comer.
Ante tal fortaleza, a San Ramón Nonato se le conoce como un santo que contrarresta los chismes y los comentarios de las personas mal intencionadas, ofreciéndole un candado cerrado para que cesen los rumores.


Al conocerse las acciones que realizó San Ramón, el papa Gregorio IX lo nombró cardenal; sin embargo, en su viaje a Roma, falleció en Cardona, actual, Barcelona. Posteriormente, los fieles católicos le atribuyeron milagros tras su muerte.
San Ramón fue canonizado por el papa Alejandro VII en 1657 y se estableció su festividad el 31 de agosto de cada año.


La imagen de San Ramón aparece con un capelo de color rojo, propio de los cardenales; con una bolsa de monedas que indica que confiaba en la Providencia; una palma que representa la victoria o gloria de los santos mártires; y un candado, normalmente sobre los labios o a veces en la palma. El candado recuerda que le fue puesto un candado, perforándole los labios con un hierro al rojo vivo, impidiéndole predicar el evangelio.

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