El Día Mundial de las Aves Migratorias se celebra dos veces al año en primavera y otoño; ya hablando de fechas específicas en ambos casos es el segundo sábado, uno de mayo y el otro en octubre; esto fue a partir del año 2006 que lo proclamó la Organización de las Naciones Unidas, que debía conmemorarse la doble migración aviaria cada año.
Las aves son fundamentales para la prevalencia de nuestros ecosistemas; lamentablemente alrededor del 90% de las aves marinas tienen en el interior de su organismo microplásticos; esto es ocasionado a que se alimentan de vertederos sin control; así como la contaminación de las aguas y lamentablemente terminan perdiendo la vida debido a que no tienen la capacidad de digerir el plástico.
Es increíble la cantidad de aves que migran destacando: las cigüeñas, las grullas, las golondrinas, los flamencos, los vencejos, la tórtola europea, los patos, gansos, etc.
Cada año hay menos migración, esto se debe a aspectos multifactoriales; destacando el aumento de la temperatura derivado del cambio climático; lo que ha ocasionado que las aves ya no ven necesario marcharse debido a que ya no hace tanto frio y la segunda porque cada vez es más fácil encontrar comida.
La tendencia arroja que las aves mayores son las que han aprendido que no hace falta migrar ya que se asientan en los vertederos; por lo que siempre tendrás disponibilidad de comida; las aves que tienden a emprender camino son las más jóvenes.
Según National Geographic, “un nuevo estudio sugiere que hay unas 18.000 especies de aves en el mundo. Esto compone un gran porcentaje de los seres vivos que habitan nuestro planeta. Si empiezan a desaparecer los ecosistemas sufrirían cambios irreversibles y esto, sería el principio del fin de un planeta que debemos cuidar y en el cual estamos de paso. Que no se nos olvide: ¿cuál será la herencia que dejemos?”
DATOS CURIOSOS DE LAS AVES MIGRANTES
Las aves grandes, de amplias alas como los buitres, águilas y gavilanes, dependen de las columnas de aire caliente ascendentes para permitirle planear; por ello, solo pueden migrar por tierra y no se atreven a pasar grandes masas de agua como el océano Atlántico. Estas son, por ejemplo, los buitres, águilas, gavilanes, etc.
Hay aves que migran de noche; tienden ser los más pequeños como los cucos, oropéndolas, búhos, petirrojo; de esta manera ahorran la energía que generan con el calor del día, evitan depredadores y el día lo aprovechan para comer y descansar; ellos aprovechar los vientos suaves y se guían por las estrellas.
La migración es una actividad que físicamente es agotador; ya que deben volar grandes distancias, enfrentar dificultades como el mal tiempo, escases de alimento, los depredadores y la interferencia del ser humano. Es todo un reto y ¡es extraordinario que sobrevivan!
Las aves tendrán que volar miles y miles de kilómetros, por lo que no podrán parar para buscar alimento; por ello muchas especies acumulan reservas de grasa para poder aguantar mucho tiempo sin comer; esta grasa se va consumiendo durante el viaje; hay aves que llegan a duplicar su peso antes de la migración.
Las aves llegan a combinar diferentes mecanismos sorprendentes para orientarse durante la migración; ya que usan como referencia el campo magnético terrestre a través de receptores fotomagnéticos en los ojos.
Se orientan con la posición del sol, la luna o las estrellas, la luz polarizada o ultravioleta.
Son capaces de reconocen la geografía de los sitios por donde pasan.
Las aves que viajan durante el día acostumbran a ser especies de grandes dimensiones (cigüeñas, grullas, flamencos)
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