Para que puedas disfrutar de la vida, será necesario que prestes atención para mantener tu cuerpo fuerte y sano en la segunda mitad de la vida, y es posible que necesites algunas nuevas rutinas.
Por ello el equipo de única se dio a la tarea de investigar cuales son las áreas que debemos de prestar especial atención al llegar a los 50 años.
1. Los ojos
Aunque tengas una visión perfecta, un examen de la vista cada año a tres años debe formar parte de tu rutina a partir de los 55 años.
3. Los pies
No les vas a prestar atención hasta que empiecen a dolerte, reflexionemos sobre toda la fuerza a la que los exponemos a largo plazo, además tengamos en cuenta que los callos en las plantas se desarrollan a partir de anomalías del pie que dificultan caminar, así como los bultos óseos llamados juanetes se forman debido a una presión prolongada sobre la articulación del dedo gordo. Estos problemas no solo hacen que duelan los pies, sino que pueden provocar problemas de rodilla, cadera y espalda.
Entre los 40 y los 60 años se está más predispuesto a sufrir fascitis plantar, una inflamación de la banda de tejido (fascia) que conecta el hueso del talón con los dedos de los pies. Suele deberse a poner demasiado estrés en la fascia debido al impacto de la actividad y a las superficies duras.
Tengamos en cuenta que los pies están diseñados para pisar césped, tierra y arena, todas las superficies sobre las que caminamos son duras, y eso es lo que causa problemas.
Así que usa calzado con buen soporte; si no da soporte y protección al pie, entonces vas a tener problemas de arco, dolor de talón y tendinitis de Aquiles.
4. El suelo pélvico
El suelo pélvico se extiende desde el hueso púbico hasta el cóccix, es una preocupación femenina, así como para los hombres.
«Los músculos del suelo pélvico sostienen el intestino, la vejiga y el útero, si eres mujer, y la próstata, si eres hombre, señala Kandis B. Daroski, fisioterapeuta especializada en salud pélvica de Hinge Health. Un suelo pélvico fuerte también es esencial para la excitación sexual y el orgasmo.
Foto: Image by Milius007 from Pixabay
Una de cada cuatro mujeres padece de trastornos del suelo pélvico, a consecuencia del parto, aunque el problema puede presentarse mucho después de que los niños hayan crecido. Los músculos pélvicos debilitados son causa de la incontinencia urinaria o fecal, el dolor y el prolapso, que ocurre cuando los órganos caen e incluso sobresalen fuera del canal vaginal. Los hombres también sufren incontinencia, sobre todo después del tratamiento para cáncer de próstata.
Es importante fortalecer los músculos abdominales, de la cadera y de la columna vertebral ya que se conectan con el suelo pélvico y lo sostienen, lo que permite que funcione.
5. Las caderas y las rodillas
«Las rodillas y las caderas son articulaciones que soportan peso», observa el Dr. Neil J. Cobelli, y tener una rodilla o una cadera que te causa dolor empobrece todos los aspectos de la vida.
Lamentablemente los dolores de rodilla y cadera son frecuentes a partir de los 50 años y a menudo es necesaria la cirugía. Las personas que practican muchos deportes son propensas a lesiones de rodilla y esas lesiones, las personas con obesidad llevan peso extra parece lo que contribuye a desgastar las articulaciones, no solo porque hay más tensión en la articulación, sino porque tener mucho tejido adiposo en el cuerpo predispone a la inflamación, y esa inflamación parece atacar las caderas y las rodillas.
Bajar de peso y hacer ejercicio son buenas maneras de minimizar el dolor en las articulaciones. En caso que la articulación te está dando problemas, no dejes de moverte; es posible que tengas que alterar lo que has estado haciendo, un ejemplo has sido corredor durante 20 años y ahora te molesta la rodilla cuando corres, no corras tanto. Encuentra otra actividad o cambia tus rutinas; por ejemplo, corre en días alternos, recorre distancias más cortas, o hazlo en intervalos. Pero presta atención a la articulación.
6. Los oídos
Comenzamos a ver a personas preocupadas por la pérdida de audición entre los 50 y los 60, tienden a notarlo primero en situaciones difíciles, como un restaurante abarrotado o un evento deportivo, en las que el cerebro trata de distinguir entre la señal y el ruido de fondo».
Los cambios en la audición quizás sean imperceptibles de un año a otro, y la persona promedio tarda siete años en obtener ayuda. Sin embargo, abordar la pérdida de audición desde el principio puede redundar en un deterioro menos precipitado y un menor riesgo de depresión y demencia.
“Cuanto más joven seas, más capaz serás de adaptarte al uso de un audífono», afirma Rontal. «por ello se recomienda que las personas se hagan una prueba de audición de referencia a los 50 años, lo que permite a los médicos evaluar los cambios a lo largo del tiempo.
Otra razón para cuidar los oídos: desempeñan un papel crucial en la conservación del equilibrio y la prevención de las caídas, que son más comunes y presentan mayores riesgos con la edad.
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