Si te sientes abrumado este mes, no es tu imaginación. Hasta 80 por ciento de las personas esperan tener una temporada navideña estresante, según un estudio de la Asociación Psicológica Estadounidense.
Otro estudio publicado en la revista científica Circulation reveló que los infartos son más frecuentes en diciembre debido al estrés de la temporada. Y una encuesta realizada en el Reino Unido mostró que 50 por ciento de los hombres británicos considera que las compras navideñas son más estresantes que ser despedidos de un empleo.
“Es un problema de efectos acumulativos”, dice Daniel L. Kirsch, presidente del Instituto Estadounidense del Estrés. “Las personas hacen muchas cosas que las estresan, como viajar, gastar dinero en regalos y pasar tiempo con sus parientes”.
Muchos médicos e investigadores enseñan a la gente a controlar el estrés, pero, ¿qué estrategias usan para reducir el suyo? Algunos expertos nos revelan sus favoritas.
1. Come con inteligencia.
Muchas personas agobiadas por el estrés comen en busca de alivio. ¿Por qué? “Es la necesidad psicológica de tratar de equilibrar la frustración que uno siente con algo que le resulta positivo”, dice el psicólogo alimentario Brian Wansink, autor del libro Slim By Design: Mindless Eating Solutions for Everyday Life (“Esbelto por diseño: Soluciones para no comer mecánicamente en la vida diaria”). “No se trata de hambre. Uno necesita sentir que se está consintiendo”.
En su laboratorio de investigación, Wansink ha descubierto que las personas que tienen antojo de bocadillos y comen la cuarta parte de la cantidad habitual, para luego distraerse en algo, pasados 15 minutos se sienten igual de satisfechas e incluso más felices que las que comen la porción completa. Es un truco que Wansink pone en práctica en su casa.
“Como la cuarta parte de lo que realmente deseo, y a continuación hago una llamada telefónica o arreglo mi cajón de calcetines”, dice. “Tu estómago no recuerda cuánto comiste. Sólo sabe que querías chocolate, y que eso le diste”.
2. Cambia de perspectiva.
Afrontar con optimismo una situación estresante puede ayudar a superarla más fácilmente. “Las personas positivas suelen usar las estrategias adecuadas para lidiar con el estrés”, dice Sonja Lyubomirsky, de la Universidad de California en Riverside, autora de libros e investigadora de la felicidad.
“Si tienen que cumplir con una tarea en un plazo, en vez de preguntarse ‘¿Cómo voy a hacerlo?’, se dicen: ‘Esto es todo un reto’”.
Si te cuesta trabajo cambiar de punto de vista, pregúntate si eso te importará dentro de un año. “Tengo cuatro hijos, y un día se averió mi secadora de ropa”, dice Lyubomirsky. “Tenía mucha ropa por lavar y el plomero tardaría en llegar, pero yo sabía que, dentro de un año, ni siquiera me acordaría del problema. A mayor perspectiva, menos estrés”.
3. Duerme bien.
Como tienes que hornear galletas y envolver regalos, te acuestas tarde. Sin embargo, permanecer despierto te hace más vulnerable al estrés.
“Las personas que no duermen lo necesario afrontan el estrés con menor eficacia”, dice el doctor Joseph M. Ojile, miembro del consejo de la Fundación del Sueño de Estados Unidos y fundador del Instituto Clayton del Sueño, en Saint Louis, Missouri. “El valor restaurativo de dormir bien no se puede reemplazar”.
Ojile recuerda haber padecido un mareo crónico hace varios años, antes de adiestrarse a sí mismo para ir a la cama temprano. “Me había vuelto muy irritable e intolerante”, señala. “Tenía que decirme: ‘Recuerda ser amable hoy’. Si tus compañeros de trabajo comentan: ‘No dormí nada anoche’, y notas que se ponen irritables, se trata de una respuesta normal a sus niveles altos de estrés”.
4. Aduéñate de la situación estresante.
El estrés ayuda a los animales salvajes a superar situaciones que están fuera de su control, como un depredador que los persigue. Su presión arterial se dispara y experimentan una descarga de adrenalina que los ayuda a huir rápidamente. Cuando las personas sufren estrés, rara vez necesitan escapar de algo, pero su organismo tiene las mismas reacciones.
Con el tiempo, los aumentos repentinos de la presión arterial y las descargas de adrenalina pueden producir hipertensión, diabetes, ansiedad y depresión, dice Robert Sapolsky, profesor de neurología en la Universidad Stanford y autor del libro Why Zebras Don’t Get Ulcers (“Por qué las cebras no padecen úlceras”).
Tomar el control de un aspecto de la situación estresante puede ayudar a que parezca menos agobiante. Hace unos años, Sapolsky se sintió impotente cuando su padre estaba muriendo, pero dice que le resultó útil hablar sobre la salud de su padre a sus alumnos.
“Convertí un factor estresante en tema de una clase, dentro de la parte controlable y predecible de mi mundo”, explica.
5. Reduce tu consumo de cafeína.
No recurras al café para aguantar el ritmo de tu apretada agenda decembrina. La cafeína aumenta los niveles de hormonas del estrés, como el cortisol y la adrenalina, señala el doctor Andrew Weil, fundador del Centro de Medicina Integral de la Universidad de Arizona.
En vez de café, él recomienda beber té verde, que contiene mucho menos cafeína. “Todos los días, después de desayunar, disfruto de una taza de té verde molido”, dice. “Este té contiene unos compuestos antioxidantes llamados catequinas, así como el aminoácido L-teanina, el cual parece promover la relajación y la alegría”.