En Revista Única te hablamos de mujeres que en su época destacaron por sus conocimientos.
Dentro de la cultura antigua hubo algunas mujeres que destacaron en la antigua Grecia podemos encontrar a estas 6 mujeres, que fueron conocidas por su labor en la época en la que vivieron.
Aspasia de Mileto.
Tal ves Aspasia fue la más famosa entre las mujeres griegas, fue amiga de Sócrates y con fama debido a sus conocimientos. Los más importantes políticos, artistas y filósofos gozaban de su compañía. Aspasia fue amante y esposa de Pericles, fue acusada de impiedad y salvada por las lágrimas que derramó su marido. La griega colaboraba de manera estrecha con Pericles de acuerdo a los que narran los poetas cómicos, quienes la acusaban de ser la promotora de la mayoría de las guerras que vivió Atenas en esos momentos.
Tuvo gran talento como profesora de retórica ya que fue mencionada por numerosos autores importantes del mundo antiguo como lo fueron Platón Jenofonte, Plutarco o Cicerón, quienes alabaron sus capacidades. En su época se creía que las mujeres debían dejar que los hombres gobernaran sus vidas, pero Pericles la consultaba como su igual, pidiendo su consejo en asuntos de gran importancia política y permitiendo que asistiera a las reuniones con persona importantes, en las que ella pudo demostrar su gran inteligencia.
Muchos llegaron a afirmar que Aspasia era quien escribía los grandes discursos leídos por Pericles. El propio Platón mencionó esta situación en sus libros. Es más en los Diálogos de Platón su nombre aparece como maestra de Sócrates, en el Menexeno la nombra como maestra de oratoria. Plutarco cita a Esquines que escribió un diálogo que no se conserva Aspasia en el que la menciona como maestra sofista. Antístenes le dedicó otro diálogo titulado Aspasia que a la fecha también esta perdido.
Friné de Tebas.
Se piensa que el escultor Praxíteles estuvo locamente enamorado de Friné quien sirvió de modelo para algunas estatuas. La encantadora mujer vivía con cierta discreción, acudiendo a tertulias literarias y artísticas, aunque fue acusada de impiedad y condenada a muerte salvándose al mostrar la belleza de su desnudo cuerpo al tribunal del Areópago por indicación de su abogado. En su momento Friné acumuló tal fortuna que decidió reconstruir las murallas de Tebas, su ciudad natal.
Sapho de Lesbos.
Sapho o Safo pasó toda su vida en Lesbos, isla griega cercana a la costa de Asia Menor, a excepción de su corto exilio en Siracusa la actual Sicilia en el año 593 a. C., que fue motivado por las luchas aristócratas en las que posiblemente se encontraba comprometida su familia que pertenecía a la oligarquía local.
Se cuenta que perteneció a una sociedad llamada Thiasos en donde se preparaba a las jóvenes para el matrimonio. Posteriormente forma la llamada Casa de las servidoras de las Musas, lugar donde tenía discípulas que aprendían a recitar poesía, a cantarla, confeccionar coronas y colgantes de flores entre otras actividades.
Por sus poemas se deduce que Safo se enamoraba de sus discípulas y mantenía relaciones con muchas de ellas. Por todo esto se le ha convertido en un símbolo del amor entre mujeres. Existe una leyenda, surgida a partir de algún fragmento de la propia poetisa, que narra la historia de Faón, un hombre bello del que se enamoró la propia diosa Afrodita.
De acuerdo al mito, Safo se suicidó desde la roca de Léucade, lanzándose al mar, cuando se amor por Faón no se vio correspondido. Al parecer esta roca de la isla de Léucade era utilizada con frecuencia por los enamorados no correspondidos para suicidarse.
Existe una versión más en la que se afirmó que Safo escribió este texto como metáfora de una decepción amorosa que tuvo con una de sus amadas.
Diotima de Mantinea.
Esta mujer griega era una filósofa y sacerdotisa que enseñó a Sócrates en el siglo V antes de Cristo. Así las ideas de Diotima son el origen del concepto de amor platónico.
Durante el desarrollo del texto El Banquete de Platón, varios hombres discuten sobre el significado del amor, entre estos Sócrates es el orador más importante.
Ahí Sócrates dice que en su juventud aprendió la «Filosofía del Amor» de Diotima, quien fue una gran sacerdotisa del templo de Apolo o vidente. Sócrates afirmó además que Diotima fue llamada a la ciudad por Pericles para que realizara sacrificios de purificación, y así liberaron con éxito la plaga de la peste que azotó a Atenas durante diez años.
La tesis más importante de Diotima sobre el amor es que, en realidad, éste es un anhelo por la inmortalidad. El fin ulterior del amor es ayudarnos a ascender al conocimiento divino.
Teano de Crotona.
Nació en Crotona, Grecia en el siglo VI a. C. Fue hija de un hombre rico enamorado de las ciencias, mecenas de Pitágoras, tuvo la oportunidad de acudir a su escuela. Por lo que fue su discípula y más tarde enseñó en la Escuela Pitagórica.
De acuerdo a algunas fuentes, Teano y Pitágoras contrajeron matrimonio cuando éste ya era viejo y tras la muerte de él en una revuelta contra el poder de la escuela, fue ella quien se hizo cargo de su dirección.
Hypatia de Alejandría.
Hipatia junto con Teano, es una de las primeras mujeres matemáticas de las que se tiene conocimiento razonable y detallado. Ella fue la primera mujer que hizo contribuciones sustanciales al desarrollo de las matemáticas.
Además escribió sobre geometría, álgebra y astronomía. Hipatia mejoró el diseño de los primitivos astrolabios e inventó un densímetro.
Fue hija del matemático y filósofo Teón de Alejandría, por lo que es casi seguro que estudió matemáticas bajo la guía e instrucción de su padre. Fue notable que Hipatia llegó a ser directora de la escuela platónica de Alejandría hacia el 400 d. C.
En esta impartía la clase de matemáticas y filosofía, enseñando la filosofía neoplatónica. Esta gran mujer llegó a simbolizar aprendizaje y ciencia, lo que los primeros cristianos identificaron con paganismo.
A pesar de que entre sus alumnos en Alejandría había muchos cristianos importantes, no impidieron su muerte a manos de algunos exaltados.
Durante la Cuaresma, un grupo de fanáticos, dirigidos por un lector de nombre Pedro, se abalanzó sobre la filósofa mientras regresaba en su carruaje a su casa, la golpearon y la arrastraron por toda la ciudad hasta llegar al Cesáreo, magno templo convertido en catedral de Alejandría.
Luego de desnudarla, la golpearon con tejas hasta descuartizarla y sus restos fueron paseados en señal de triunfo por la ciudad hasta llegar a un lugar denominado el Cinareo, donde los incineraron.
Fue necesario esperar a la época helenística para conocer a grandes figuras femeninas en el mundo griego, como las reinas Berenice, Arsínoe o Cleopatra.
Con información de Dinora.lu
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