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Wangari Muta Maathai, la Mujer Árbol

Nacer mujer en la Kenia colonial de los años cuarenta del siglo pasado no parecía ser la mejor carta de presentación para Wangari Muta Maathai. Las hijas de campesinos de etnia kikuyu como Wangari estaban abocadas a trabajar en los campos, recoger leña y acarrear agua. Pero Wangari tuvo suerte; pudo estudiar. Y eso no sólo cambió su vida, sino la de miles de mujeres africanas.

Bióloga, ecologista y activista política incombustible, su visión consistió en unir la ecología y el desarrollo sostenible con la democracia, los derechos humanos y el empoderamiento de las mujeres.

El Periódico.com

Wangari Muta Maathai nació el 1 de abril de 1940 en la región rural de Nyeri (Kenia). A los ocho años comenzó a estudiar en la escuela de su pueblo natal, donde destacó por sus buenas aptitudes y calificaciones. Después de cursar sus estudios en la escuela primaria católica de Santa Cecilia primero y en la Loreto High School de Limuru después, la joven Wangari logró algo que sólo pudieron conseguir otros trescientos kenianos y kenianas; una beca para poder estudiar en Estados Unidos (1960).

En 1964 obtuvo su Grado en Biología en el Mount St. Scholastic College de Atchinson, Kansas, para posteriormente ir a Pittsburg, donde consiguió su Máster en Ciencias Biológicas (1966). Acabado el máster volvió a Kenia, donde obtuvo un puesto de ayudante de investigación de microanatomía en el Departamento de Anatomía Veterinaria de la Universidad de Nairobi, bajo la supervisión del Profesor Reinold Hofman. Fue este profesor de la Universidad de Giessen el que animó a Wangari a irse a Alemania para continuar con sus estudios. Después de pasar cierto tiempo estudiando en las Universidades de Giessen y Munich, Wangari volvió a Nairobi, donde finalmente obtuvo su Doctorado en Anatomía Veterinaria (1970). Su primer hito: Wangari Muta Maathai se convirtió en la primera mujer de África Central y Oriental en obtener un doctorado. Pero no el único; también fue la primera mujer Jefa de Departamento (de Anatomía Veterinaria, 1975) y Profesora Asociada en la Universidad de Nairobi (1977).

La República EC.com

Fue durante aquellos años de estudio, docencia e investigación cuando Wangari empezó a destacar en el activismo en pro de los derechos de las mujeres: primero en la Universidad, donde luchó por conseguir igualdad de oportunidades y salarios, y posteriormente, convirtiéndose en miembro (1976-1987) y directora de (1981-1987) del Consejo Nacional de Mujeres de Kenia (NCWK), asociación que abogaba por el empoderamiento de las mujeres kenianas.

Al mismo tiempo fue germinando su activismo ecologista. Según sus propias palabras “durante mi trabajo como científica aplicada a la investigación de los problemas alimentarios, emprendí estudios sobre el ciclo de la vida del parásito que se transmitía a través de las garrapatas y mientas recogía muestras me fijé en que los ríos iban llenos de limo. Aquello no sucedía cuando era pequeña. Había poca hierba y no contenía nutrientes necesarios. El suelo no cumplía sus funciones”.

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Las consecuencias de esa reflexión las observó claramente en las demandas de las mujeres campesinas con las que tenía contacto a través del NCWK. Estas mujeres comentaban que sus arroyos se secaban, que sus recursos alimentarios eran escasos y poco seguros y que cada día tenían que ir más lejos a por agua o a por leña. Su conclusión fue clara: muchos de los problemas de Kenia, y por tanto de sus mujeres, radicaban en la degradación medioambiental. Sus dos luchas se unieron.

Basándose en la idea de que el ecologismo podría ser un modo de lograr un desarrollo sostenible y mejorar los problemas de Kenia, Wangari Muta Maathai fundó el Movimiento Cinturón Verde (Green Belt Movement) en 1977. Alentó a las mujeres a ir al bosque y recolectar semillas de árboles oriundos de la zona para después crear invernaderos, trabajo por el cual esas mujeres recibían un estipendio. Posteriormente, esas semillas se utilizaban para plantar árboles. Era una idea simple, impulsar el trabajo conjunto de las mujeres en la plantación de árboles para mejorar su propia situación y luchar contra la deforestación, la erosión y la sequía. Debido a que las mujeres eran las que recibían formación en ecología, tenían papeles de liderazgo, dirigían los viveros y trabajaban con silvicultores planeando e implementando proyectos para la recolección de agua y seguridad alimentaria, el movimiento fue clave para avanzar en la emancipación y empoderamiento de las mujeres campesinas.

Información de Mujeres con ciencia.com

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