La actividad sexual heterosexual había estado estrechamente relacionada con una pareja consolidada a través del afecto (pacto de amor) o del vínculo matrimonial y era desalentada por la cultura y la moral bajo otras circunstancias.
Las cosas empezaron a cambiar cuando en los años 60´s, los sexólogos clínicos sugirieron -ante las crecientes problemáticas sexuales en las parejas recién formadas-, que era positivo iniciar la actividad sexual en el noviazgo con el fin de evaluar subjetivamente la compatibilidad sexual de la pareja antes del matrimonio; ésta atrevida propuesta profesional fracturó la idea predominante hasta ese momento de que la relación debía basarse en el amor y se reconoció que tanto el amor como el sexo juegan papeles complementarios aunque distintos en una relación de pareja.
Aunque el sexo casual ha acompañado desde siempre al sexo de pareja en la gran mayoría de los casos asociado al término de infidelidad y liderado aparentemente por los hombres, lo cierto es que desde hace algunos años se ha empezado a aceptar mayoritariamente la posibilidad de que las relaciones sexuales deben ser consideradas como parte de las decisiones personales de cada quien y no deben estar ligadas necesariamente a la búsqueda de una pareja.
En la actualidad, el sexo casual es aceptado como una opción más del ejercicio de la sexualidad adulta como en su tiempo se aceptó el auto erotismo, etc. Paralelamente, esta posibilidad ha desarropado aún más a las maltrechas relaciones de pareja (que se mantienen con un pie en el pasado y otro en el presente), al despojarla de uno de sus más antiguos y fuertes atractivos. Ahora la actividad sexual parece depender de deseos y necesidades propios tanto de mujeres como de hombres que surgen al calor de la interacción social independientemente de otro tipo de consideraciones.
Es necesario decir que sexo casual es la actividad sexual que no tiene como referente directo o indirecto la búsqueda de pareja, no persigue establecer un vínculo afectivo, generalmente es circunstancial, no tiene fines de lucro y su objetivo principal es el placer temporal por lo que es muy importante que haya «química», la atracción y el deseo son fundamentales, de lo contrario -pues-, no estás en nada.
Es bueno saber que existen en internet protocolos para este tipo de encuentros orientados a 1.- conservar la salud sexual y prevenir enfermedades; a 2.- manejar de la mejor manera la interacción interpersonal (respeto, confidencialidad, etc.); a 3.- evitar malos entendidos, etc. y así acentuar el aspecto lúdico y placentero de esta práctica y evitar que se convierta en una fuente de preocupación y sufrimiento.
Maestro Alfonso Aguirre Sandoval
