¿Qué significa ser feminista hoy? Aunque no es fácil contestar, esta es la pregunta que debemos hacernos día con día.
Muchas respuestas para una pregunta. En primer lugar, hay que entender que cada mujer ve y vive el feminismo de manera diferente.
Ser feminista hoy significa muchas cosas. Vivir sin miedo. Serte fiel. Ser exitosa (como concibas el éxito). Ser dueña de ti y tus decisiones, pelear por lo que anhelas y dejar de esperar que los otros te den lo que necesitas. Dejar de buscar aprobación afuera. Vivir en libertad.
Al principio se cree sin cuestionar que una “buena feminista”, debe ser congruente en la teoría y en la práctica, ser un ejemplo. Comienzas a cuestionarte todo y a todos y sin ser consciente de que puedes caer en un extremo.
Esto puede llegar a afectar tus relaciones, pero principalmente aquellas con los hombres. En ocasiones es incómodo convivir con ellos y sentir la presión de defender tu discurso en todo momento.
Pero no hay una receta para vivirlo, es importante entender que puedes ser tu propia versión feminista. Con tus posibilidades y privilegios, con tus aciertos y errores, con tus defectos y virtudes. Con tu pasado, pero también con tu futuro. Con tu propia historia. Porque en esta ecuación, todo suma. Y aunque suene crudo, la realidad es que no podemos vivir peleando en cada espacio en el que interactuamos.
Todos hemos replicado algunos micro machismos aprendidos. Todes, hombres, mujeres y cualquiera sea el género con el que te identifiques, tenemos mucho que cuestionarnos.
Aprender y desaprender para hacer de este mundo un lugar menos violento, no solo para las mujeres, sino también para todos aquellos que históricamente han sido oprimidos por el mismo sistema, pues el feminismo hoy también es interseccional.
Buscar culpables tampoco nos hará avanzar, es mejor dedicar nuestro tiempo y energía a generar acciones que desencadenen cambios positivos en las esferas de nuestra vida y continuar allanando el terreno para las generaciones futuras.
México presenta avances significativos en este tema, como la disminución de la tasa de matrimonio infantil, aunque aún hay mucho por hacer.
La política sigue siendo un ámbito dominado en forma abrumadora por los hombres, quienes ocupan el 75% de este espacio. En áreas como la salud reproductiva y despenalización del aborto estamos lejos del ideal, con solo 9 de 32 entidades donde el aborto voluntario es legal en nuestro país.
El mayor desafío en México es también la igualdad de oportunidades y la participación económica que responde a la brecha salarial, ya que por cada 100 pesos que percibe mensualmente un hombre, una mujer gana 86.
La crisis económica a raíz de la pandemia fue también un golpe duro para las mujeres y aunque muchas han retomado sus empleos, la mayoría regresó a trabajos informales, con jornadas cortas y bajos ingresos.
En 2020 se registraron cerca de 80,000 mujeres marchando solo en la CDMX, mostrando el hartazgo colectivo de la desigualdad y la violencia feminicida que se vive en el país. Ríos violetas inundaron la ciudad, se sentía una energía de valentía pero también de dolor.
Intentando responder a la pregunta inicial, considero que el feminismo hoy debe ser el que responde a mis necesidades y por ende me quite el peso de cualquier etiqueta, prejuicio y expectativa. A pesar de esto, la gran paradoja del feminismo en la actualidad es que intentamos tanto salir del molde que terminamos cayendo en otro. Acciones cotidianas y otras no tanto, nos hacen cuestionarnos qué es lo políticamente correcto cuando se habla de feminismo.
Así que está bien si permites que te paguen la cuenta o no; si quieres ser madre o no, dedicarte por completo a tu familia o ser empresaria y madre al mismo tiempo. Si tu pareja, hombre o mujer, es el proveedor del hogar, si sales o no de noche, si te vistes y hablas como tú quieras. Nada de esto te convierte en una mala feminista, solo te reafirma como ser humano.
Encasillarnos en cómo debería verse, ser o actuar una mujer, es limitarnos en todas las versiones y expresiones de quienes podemos ser.
Así que abraza a las muchas mujeres que viven en ti y siéntete cómoda con las posibilidades que esto te brinda, y si es necesario crear nuevas.
La lucha hacia la libertad, igualdad, representación e inclusión continúa, desde cada trinchera, única y personal. No existen más moldes por llenar, solo el propósito de transformarnos. Reparte las tareas domésticas con tu pareja, roomie o familia, denuncia cualquier tipo de acoso, consume más películas, series, podcasts y arte creado por y para mujeres, apoya y fomenta las nuevas masculinidades entre tus conocidos, crea redes de apoyo entre las mujeres a tu alrededor.
Sigamos participando activamente, a cada paso que demos, por pequeño o insignificante que parezca.
Con opinion de Eglantina Laguna @iveeglantina