En Revista Única te contamos la historia de san José de Calasanz.
La fiesta de san José de Calasanz, es el 25 de agosto, es importante por que en Puebla hay tres hogares que tienen como misión el trabajo que realizó este santo el atender a menores huérfanos y se ubican en la calle Guadalupe Victoria No. 438 en San Baltazar Campeche, otro más en calle Libertad No. 5516 en esa misma colonia y en Río Jamapa No. 5948, en San Manuel. Falleció a los 91 años y es patrono de la Educación católica, porque fundo la primera escuela cristiana popular en Europa.
Pero quien fue este hombre, nació en Peralta de la Sal provincia de España, 11 de septiembre de 1557, fue hijo de Pedro Calasanz, herrero y alcalde del pueblo y de María Gastón, a los 12 años José dejó su pueblo para estudiar en Estadilla, en el colegio de los padres Trinitarios. José era estudioso, responsable, generoso y con una gran una gran simpatía personal, que le permitía tener muchos amigos entre sus compañeros de estudios. Cuando cumple 14 años, José de Calasanz comenta que quiere convertirse en sacerdote, su entrega, generosidad y su anhelo por ayudar a los demás, se encuentran unidos a su fuerte y vivencial fe en Dios, lo que aumentaba por el ejemplo y la educación recibida por su familia.

Al principio no cuenta con la aprobación paterna, ya que habiendo muerto su hermano mayor, su padre pensaba que José se iba en encargar de la administración de las propiedades de la familia. Es ordenado sacerdote en el año de 1583, a los 25 años, luego aconsejado por el obispo de Urgell, Andrés Capilla, Calasanz se va a Roma en el año de 1592. Antes de cumplir los 6 años de su estadía en Roma, el río Tíber, se desborda, provocando la más catastrófica inundación del siglo. Como resultado de ésta, centenares de familias pobres quedaron sin techo, sin alimentos y hay más de dos mil muertos. Calasanz, con gran integridad, trabaja incansable en la operación de ayuda a los afectados.

Se integra en una cofradía, grupo de personas que se dedicaban a ayudar a los enfermos y comienza a recorrer los barrios, a partir de este momento Calasanz comienza a pensar, y al ver a tantos niños sin escuela por falta de medios económicos le impacta. Por su cabeza comienza a pasar la idea de crear una escuela gratuita abierta a todos los niños, especialmente a los más necesitados. Propone su idea a las autoridades eclesiásticas, a gente cristiana rica, sin embargo todos la rechazan. Calasanz no se desanima y decide lanzarse solo a la aventura, pide una vieja sacristía en una parroquia de un barrio pobre en Roma y así en la parroquia de santa Dorotea, comienza en el año de 1597 la primera escuela gratuita de Europa.
Los alumnos, poco al principio, no contaban con recursos para comprar material escolar; Calasanz utiliza para esto el poco dinero que recibe de su trabajo con el Cardenal de Colonna. Con la ayuda de otros profesores jóvenes, a los cuales contagia su entusiasmo, Calasanz dedicará desde aquel momento toda su vida a una misma idea: abrir las puertas de las escuelas a todos y, en especial a los más necesitados.

Así José de Calasanz es uno de los precursores de la pedagogía moderna, aunque no compuso una obra estrictamente monográfica sobre ese tema. Sino que esparció su teoría sobre la educación en diversas cartas, reglamentos y escritos de carácter práctico. Creó, organizó y sistematizó la enseñanza escolar graduada por niveles y ciclos en la enseñanza primaria y una cierta formación profesional, aunque a veces había una clase de párvulos, en general la escolarización se iniciaba a partir de los seis años de edad, y se pasaba por nueve clases graduadas en orden decreciente. En la novena clase los niños iniciaban la lectura con métodos silábicos y grandes cartelones que permitían una enseñanza colectiva. En la octava clase se enseñaba a leer de corrido. Los alumnos hacían lecturas individuales con el maestro y se corregían entre ellos. Las clases duraban dos horas y media por la mañana y otro tanto por la tarde.

Cada cuatro meses se hacía un examen general de todas las escuelas, si la evaluación era positiva, el alumno era admitido en la clase superior, los maestros debían llevar tres libros de registro: el de matrícula. El de asistencia y el de calificaciones. Debían preparar previamente sus clases y estar en sus puestos antes de la llegada de los alumnos. Terminadas las clases, los maestros acompañaban a sus alumnos hasta sus casas, los alumnos aprendían a leer indistintamente en latín y en lengua vernácula. Calasanz mantuvo el latín, pero fue un gran defensor de la lengua vernácula y en ella estaban escritos los libros escolares, incluso los destinados a la enseñanza del latín. En este aspecto, era más avanzado que otros autores de la época, entre ellos Comenio, que pasaba por ser el gran defensor de la lengua nacional, pero escribió sus libros en latín.

En la clase sexta, los alumnos tenían ya un buen dominio de la lectura, de manera que al llegar a la clase quinta eran repartidos en dos secciones: una primera sección de matemáticas destinada a los alumnos que querían aprender un oficio y una segunda de gramática para aquellos que querían continuar con los estudios de letras. Los alumnos de ambas secciones seguían en común clases de escritura, en las que se hacían especialmente hincapié en la caligrafía.
En la actualidad, las llamadas Escuelas Pías, fundadas por Calasanz, se encuentran en todo el mundo. Los escolapios tienen colegios en África, localizados en Camerún, Costa de Marfil, Guinea Ecuatorial, Gabón y Senegal. En América: Costa Rica, Nicaragua, México, Puerto Rico, República Dominicana, Cuba, Estados Unidos, Argentina, Bolivia, Brasil. Chile, Colombia, Ecuador y Venezuela. En Asia tienen colegios en Filipinas, Japón e India, y en Europa: Austria, Eslovaquia, España, Francia, Hungría, Italia, Polonia y República Checa. Varias Congregaciones religiosas siguen actualmente su carisma, entre ellas las Escolapias, fundadas por Paula Montal, las Calasancias, Hermanas de las Escuelas Cristianas de Vorselaar, Instituto Cavanis, Instituto Provolo, Padres de Timon David, Kalazantiner, Congregación de las Hijas Pobres de San José de Calasanz, esta última fundada por la recién beatificada Celestina Donati.
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