A diario tienes que cuidar tu piel.
Tu piel se beneficia mucho cuando la lavas, tonificas y humectas dos veces al día, la primera por la mañana y la segunda por la noche antes de dormir. Pero también hay dos tratamientos caseros muy sencillos —vaporización y exfoliación— le dan aspecto de haberse sometido a una sesión en el spa.
Limpia.
Tienes que elegir un producto de limpieza de acuerdo a tu tipo de piel para realizar este ritual esencial a diario para retirar el maquillaje y suciedad. Puedes combinar 1/4 de taza de aceite de canola y 10 gotas de aceite de árbol, esto funcionará muy bien.
Tonifica.
Posterior a la limpieza de tu cara, tienes que tonificar la piel para eliminar cualquier residuo de limpiador. A tu tónico ponle una cucharadita de aceite de semilla de uva, esto ayudará a que las células de la piel se reparen y rejuvenezca.
Humecta.
Debes elegir el humectante más adecuado para tu tipo de piel y distribuirlo en tu rostro, cuello y escote dos veces al día. Podrías usa productos como el aceite de oliva o de coco pero con moderación para que humecte tu piel.
Vaporiza.
Esta práctica la tienes que realizar una o dos veces por semana para consentirte, tienes que limpiar tu rostro con vapor por unos 10 minutos. Lo que hará que se abran los poros de forma natural y mejora la microcirculación en la superficie de la piel.
Exfolia.
Una vez a la semana, debes pasarte por el rostro una mezcla casera para retira las células muertas, con esto fomentas la circulación y lucirás radiante. Combina en un frasco 2 cucharadas de bicarbonato de sodio, 2 cucharadas de arroz molido, 1 cucharadita de cáscara de limón finamente rallada y 1/2 cucharadita de canela en polvo.
Masajea suavemente el exfoliante en la cara húmeda y enjuágala.
Con información de Selecciones Reader’s Digest