Si pensamos en arte, generalmente pensamos en una pintura o pieza musical, incluso alguna instalación; usualmente enfocamos el arte alrededor de lo visual y auditivo, el olfato se queda rezagado.
El sentido olfativo es el primero en desarrollarse durante el proceso de gestación de los humanos, puesto que una de las primeras estructuras neuronales en surgir son los bulbos olfativos.
Debido a su temprana creación de vital importancia para la supervivencia, el olfato nos ayuda a identificar algún peligro y aquello que nos brinda seguridad. Los humanos poseemos 350 receptores olfativos, 3 receptores visuales encargados de percibir el amplio espectro de colores.
Aun así el mundo del arte siempre está abierto a nuevas perspectivas sensoriales, por lo que el arte olfativo se ha convertido en una nueva definición de arte con sus características propias y que representa de igual forma un minucioso trabajo para sus creadores.
La importancia de los aromas es algo imprescindible e impactante para Charles Burr, curador de arte olfativo, quien con la idea de que un perfume debía ser tratado como arte cuando se encontró en el metro de París con Luca Turín, un científico interesado en el sentido del olfato.
Charles Burr tiene una formación en economía internacional y se especializó en Marketing Olfativo, por lo que durante las exposiciones de Arte Olfativo que ha montado utiliza difusores de esencias lo que remonta a cualquiera a la industria comercial.
Sin embargo, lo que difiere completamente de algún negocio, es lo que hay detrás de cada perfume, es decir, su intención artística. Charles Burr busca ir a través de los aromas por los diferentes momentos del arte:
- Neoclásico: Aqua Universalis , por Francis Kurkdjian para Maison Francis Kurkdjian
- Romanticismo: Jicky, por Aimé Guerlain para Guerlain.
- Modernismo: Chanel Nº5, por Ernest Beaux para Chanel.
- Surrealismo: Angel, por Olivier Cresp para Thierry Mugler.
- Neoromanticismo: Prada Amber, por Carlos Benaïm, Max Gavarry y Clément Gavarry para Prada.
- Foto realismo: Eau de Lierre, por Fabrice Pellegrin para Diptyque.
- Figurativo Contemporáneo: J’adore L’Absolu, por François Demachy para Dior.
- Retro: Aura, por Emilio Valeros para Loewe.
Estas comparaciones metafóricas menciona Charles Burr que, en un inicio siempre son difíciles de hacer, no obstante la experiencia te da las habilidades de ir encajando las piezas del rompecabezas para darte nuevas experiencias sensoriales.
Ahora sabemos que el perfume que utilizamos todos los días, puede que sea una pieza de arte, con una gran historia detrás.