En la industria del cine y la televisión, hay quienes brillan frente a las cámaras y quienes construyen la magia detrás de ellas.
Uno de esos nombres que rara vez aparece en el reflector, pero que resuena en cada escena que emociona, es el de Pablo Mena, el mexicano que está conquistando la industria audiovisual en Estados Unidos a través del sonido profesional.
Tras una destacada carrera como conductor de televisión en México, Pablo dio un giro radical a su vida: dejó los reflectores para convertirse en ingeniero de sonido y operador de boom, una labor silenciosa pero esencial que da alma a las historias.

De la televisión mexicana a las grandes producciones en EE.UU.
Con coraje y determinación, Mena se reinventó desde cero en el competitivo mercado estadounidense.
Su trabajo ya forma parte de grandes producciones como “The Secret of Skinwalker Ranch” de History Channel, y ha colaborado en más de cinco campañas comerciales del Super Bowl 2025, uno de los espacios más codiciados por las marcas a nivel global.
“Haz el cambio con tu gente, con tu equipo. Las oportunidades están, pero necesitas una tribu que te respalde”, comparte Pablo, quien reconoce el valor de la comunidad en su evolución profesional.
El poder del sonido para contar historias
Para Pablo Mena, el sonido no es solo técnica, es narrativa. Por eso, aunque disfruta de la precisión y energía que requieren los comerciales, confiesa sentirse más identificado con el documental, un género que le permite conectar con las emociones reales de las personas.
Su sensibilidad y dominio técnico le han permitido captar momentos únicos, esos que no se ven, pero que se sienten.
Mena entiende que un micrófono puede ser tan poderoso como una cámara, y que una buena mezcla de audio puede transformar una escena común en una experiencia inolvidable.

Un mexicano que inspira desde los créditos
En un medio donde los nombres técnicos suelen pasar desapercibidos, Pablo Mena representa a una nueva generación de profesionales latinos que están dejando huella en la industria global. Su historia no solo inspira por su talento, sino por su capacidad de reinventarse, adaptarse y triunfar en el extranjero.
“Ser sound mixer es una de las posiciones más íntimas en un set. Colocas micrófonos en el vestuario del talento; necesitas sensibilidad, técnica, y mucha empatía”, explica Pablo Mena, quien ha dominado todo tipo de locaciones, desde estudios cerrados hasta ambientes abiertos con retos acústicos extremos.
Pablo no solo domina la técnica; entiende el poder de contar historias a través del sonido.
Por eso, se siente más conectado con los documentales, aunque disfruta la adrenalina de los comerciales.
¿Un consejo para quienes quieran seguir sus pasos?
“Haz el cambio con tu gente, con tu equipo. Las oportunidades están, pero necesitas una tribu que te respalde.”Sobre el futuro, Pablo lo tiene claro: la tecnología facilitará su trabajo, pero nunca reemplazará el toque humano. “La IA no puede replicar lo que sentimos ni cómo lo transmitimos a través del sonido.”
