En la arquidiócesis de Puebla, más de 600 sacerdotes, órdenes religiosas y miles de fieles católicos oraron este domingo 31 de julio por la conversión de los victimarios con el objetivo de que cambien sus acciones y ahora apoyen a la sociedad.
El obispo auxiliar de Puebla, Tomás López Durán, desde la Basílica Catedral, así como todos los sacerdotes, integrantes de órdenes religiosas y fieles católicos participaron en celebraciones religiosas por la conversión de los victimarios y de quienes participan en la delincuencia.
López Durán destacó que el deseo de los fieles católicos consiste en que, a partir de la oración, los victimarios y quienes cometen actos que lastiman a la sociedad, se conviertan en personas que hagan el bien.
“Imploramos la conversión de los victimarios que se encuentran en todos los ámbitos de la Tierra. Ahora, todos podemos ser objetos de su perdón y de obtenerlo como sucedió con el ladrón arrepentido y con la gracia de su espíritu renovar la faz de la Tierra ahora ensombrecida por tanto dolor”, destacó.
Ante el doble asesinato de los sacerdotes de la Provincia Mexicana de la Compañía de Jesús, Javier Campos y Javier Mora en la sierra Tarahumara, además del guía turístico Pedro Palma, en el templo de la comunidad de Cerocahui, en la región de la sierra Tarahumara, en el estado de Chihuahua, el pasado 22 de junio, el pasado martes 5 de julio, la Conferencia del Episcopado Mexicano (CEM) convocó a qué durante el mes de julio se realice la llamada jornada de oración por la paz.
Para este domingo 31 de julio, la CEM pidió que, en los templos, como signo profético de la Iglesia, los sacerdotes, religiosos y religiosas, así como los creyentes, pidan por los victimarios, se realicen oraciones «por sus vidas y por la conversión de sus corazones».