Quien mira solamente por el propio ojo jamás podrá descubrir lo que el ojo ajeno observa y proyecta en su interior. Nunca nadie verá por su ojo esa otra realidad fugada en el otro ojo, en el que te mira y escudriña, te señala y analiza, ese ojo que escapa a cualquier mente y se adueña de un mundo para sí, hecho de sus propias pasiones, inventos, divagaciones, creaciones e idealizaciones. Ese otro ojo ajeno mira por sus propios senderos y abarca una realidad inabarcable.
Por esos ojos alternos que miré y me miraron alguna vez, atrapándome por siempre, pasa alguna vez belleza y pereza, soledad y dicha, oscuridad y vida, realidades desconocidas para todos los mortales, a las cuales uno se acerca quizá con los propios ojos empequeñecidos de la imaginación. Otra realidad inmensa. Entonces, descubierta, todo fui y mucho dejé de ser. Un montón de invenciones llegaron,que luego crearon instancias inaugurales y que hoy son gaviotas de regreso a esos ojos y sus contextos. Y algo como una conciencia de la nada nació y el todo nacido creció.El amor a esa visión hoy desaparecida hace lo que soy,las visiones heredadas y las que están en puerta.
Así conocí amor y duelo, desamor y deseo, el sabor de vida. Me inventé con ojos ajenos escenarios y puertos, distancias y presencias, olores y miedos, firmamentos y martirios, que se han traducido en rincones y desvelos que ya son los que me duelen y poseen. Secretos y misterios trasvasados a mi interior, hicieron de ruiseñor que me desposeyó de mí y fui del ojo ajeno su distancia.
Voy a la cama con la única intención de soñar para soñarme al ver que esos ajenos ojos gatos como visiones me han visto y que alguna vez fui realidad, momentánea, transparente, vertical y sumisa. Es la camisa que porto, el cuerpo que lleno.
Ahora me preguntan “¿qué tan seguro estás de esa realidad que te dejó con el ojo ajeno inyectado en el tuyo y con el cual ahora ves?” ¿Puede importar acaso que aquel ojo ajeno siga en mis ojos y mire al pensar por mí, si me enseñó a mirar, a ver detrás de la cortina, a alumbrarme con vela en muerte y olvido, si me enseñó a mirarme y leerme frente al espejo, que ya volteo a diario para ver ese ojo ajeno que me mira imaginándolo?
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