Sé que llevaba a cada paso la consigna
de irisar sus imágenes guardadas en sus recuerdos
pero al actuarlas las soñaba con sueño nudo
sueño conector entre nada y tiempo
sueño para soñar despierto al despertar la muerte.
Ese día fue inicio y final.
El corazón fue preñado y al mismo tiempo hueco quedó.
Un horizonte recorrió su completa sonrisa y se sintió exhausto.
En el alejado paisaje la belleza era pero los ojos no la reconocían.
Tembló con la persona el ser que visita el vasto imperio del sentir.
No sé cómo durmió ni deambuló en la oscuridad pero soñó
con el sueño absoluto que fabrica significados que elevan signos
tal si piezas de un templo que penetra nuestros símbolos
y se yergue entre balbuceos y frases incoherentes
como simple unidad de una acción que tantea su tacto.
No sé cómo transformó su fisonomía en fragmentos pero soñó
con nuda acción prometedora de disciplinado encuentro
entre nuda imagen que penetra códigos y valores
en nuda disposición corporal unida por conectores naturales
en bruma impronunciable de nudos tensos que se aprietan.
No sé cómo el nudo añadió fuerza y logró soltarse pero soñó
del nudo corporal las medias que se acoplan voluptuosamente
y llenan los labios nudos que resaltan los vástagos
e hilarantes nuevos nudos que se tocan las gargantas
e infectan del dolor que produce el amor nudo imaginado.
No sé cómo anudó al nudo despertar su hisopo pero soñó
con cada gota esparcida en el ambiente nudo de sí mismo
nudo de amarrarse y soltarse de sonrisas y fastos
el nudo apoderándose del ese sueño circular que fragmenta
el sabor con que se sueña nudo ese cuerpo hecho nudo.
Mi correo es ricardocaballerodelarosa@gmail.com