La leche siempre ha sido bien recibida y aceptada por todos, desde la leche materna hasta leche de vaca. Pero en los últimos años se ha visto afectada por los múltiples mitos y la mala reputación que se ha creado.
Celebrando el Día Mundial de la Leche. Aquí vamos a hablar y a tratar de aclarar todo lo que se cree y lo que se desconoce de tomar leche.
¿La leche engorda?
Muchas veces hemos escuchado esta frase y nos acomplejamos y vamos por los sustitutos como leche de almendras, de soya, de coco y un sinfín de opciones más. La realidad es todo lo contrario, pues la leche contiene múltiples vitaminas y su contenido calórico es muy poco, ya que de la leche entera, solo el 3,5% es grasa y esta “grasa” es la encargada de aportar y trasportar las vitaminas liposolubles que nuestro cuerpo necesita.
Provoca alergias y te hace intolerante
Para este mito debemos aclarar que las alergias y la intolerancia son dos cosas diferentes que no tienen que ver la una con la otra.
La alergia se da por la reacción a la proteína de la leche de vaca y la intolerancia es la poca o nula tolerancia de nuestro organismo hacia la lactosa, una azúcar de la leche. Para cualquiera de los dos casos, existen sus sustitutos para consumir sin ningún problema o riesgo.
La leche empeora el asma
Este mito no se sabe con certeza de donde salió pero no hay ninguna prueba científica que confirme esto. Pues no hay prueba que confirme que crea más mucosidad y que empeore. Nada tiene que ver la ingesta de leche con las vías respiratorias.
¿Tomar leche aumenta el riesgo de enfermedades cardiovasculares?
Recordemos que las enfermedades cardiovasculares son problemas del corazón y vasos sanguíneos. Así que una buena dieta y actividad física continua es la mejor recomendación para evitar o controlar estos padecimientos. En el caso de la ingesta de leche se debe seleccionar la que menor ácido láurico tenga y mayor acido esteárico contenga. Pues este último ayuda controlando el colesterol. Consultando a su médico y tomando leche sin excederse.
Te puede interesar: