Cada vez es más común escuchar o conocer personas que mantienen relaciones abiertas y salen con diferentes personas y aunque para muchos este tipo de relación ya es algo normal, para una gran cantidad de personas aún sigue siendo un tema tabú, signos de infidelidad y falta de compromiso.
En el estudio Reasons for sex and relational outcomes in consensually nonmonogamous and monogamous relationships: A self-determination theory approach publicado en el Journal of Social and Personal Relationships, se encuestó a más de 140 personas en relaciones no monógamas y más de 200 en monógamas y al compararlas entre sí, se encontró que las personas en relaciones no monógamas experimentan los mismos niveles de satisfacción, bienestar psicológico y satisfacción sexual que aquellos en relaciones monógamas, además de que entre el 3 y el 7% de las personas en América del Norte están en una relación consensual, no monógama.
“El problema es que este tipo de relación aún sigue viéndose como algo “malo” por factores culturales y sociales que se nos han impuesto durante miles de años y se ha construido un sistema de creencias, en el que se ha hecho creer que tener una relación abierta y salir con diferentes personas es signo de inmadurez y falta de compromiso, sin embargo las relaciones abiertas derriban el mito social de que el “alma gemela” debe satisfacer todas nuestras necesidades y deseos, abriendo la oportunidad de explorar con diferentes personas diferentes dinámicas: sexuales, emocionales, psicológicas y espirituales, evitando así sentir resentimiento con la pareja si no puede cumplir todas las expectativas”, afirma la Dra. Nilda Chiaraviglio, psicoterapeuta especialista en relaciones de pareja y diversidad sexual.
Hay muchos mitos alrededor del tema y es por ello que consultando a la experta, te dejamos los tres más comunes, así podremos empezar a cambiar la percepción que se tiene al respecto de las relaciones abiertas:
Mito 1: Relación abierta es lo mismo que infidelidad.
Realidad: La infidelidad implica ocultar, mentir, decepcionar y romper un compromiso hecho previamente. En la relación abierta todos los implicados deben ser honestos – que es diferente a transparencia, la honestidad incluye el derecho a la privacidad – y respetar las reglas acordadas, incluso estas pueden incluir el acuerdo consensuado de poder tener más de una relación, si existe un acuerdo de por medio no debe verse como infidelidad.
Mito 2: En una relación abierta se deben establecer acuerdos igualitarios.
Realidad: Al establecer los acuerdos de una relación abierta no podemos confundir igualdad con simetría, es decir, “los involucrados en la relación deben tener el mismo derecho a consentir, reflexionar y ser escuchados, pero establecer las mismas reglas de comportamiento no, ya que son personas diferentes que posiblemente quieren cosas diferentes y de lo que se trata en este tipo de relación es lograr el equilibrio y satisfacer las necesidades de ambos sin que se tome ventaja”, detalla Chiaraviglio.
Mito 3: Las personas en relaciones abiertas tienen problemas de intimidad y con el compromiso.
Realidad: La intimidad consiste en ser honesto, mostrar las vulnerabilidades con la pareja y tener un vínculo a nivel emocional. Es incorrecto creer que en la monogamia se desarrolla automáticamente la intimidad y en las relaciones abiertas haya falta de intimidad.
Las relaciones monógamas y no monógamas, implican el mismo nivel de compromiso e intimidad, de lo que se trata es de cultivar una relación que satisfaga los valores, intereses, y deseos de todas las partes que intervienen y funcione generando nutrición y bienestar.
“Aunque existen más mitos al respecto del tema, lo principal es cambiar la mentalidad acerca de lo que nos han inculcado sobre el amor romántico y las relaciones de pareja monógamas, ya que todos los estilos de relaciones son válidos, valiosos y únicos. Por lo que no debemos invalidar o juzgar las elecciones de otras personas sólo porque son diferentes a las nuestras”, comenta la experta.
Aunque muchas personas no lo crean las relaciones abiertas requieren de más trabajo que una relación monógama y para lograrlas “es necesario reflexionar acerca del concepto de amor y de relación de pareja que tenemos, esto para encontrar la manera de superar los miedos y el control que ejercemos sobre otros. Aprender a amarnos a nosotros mismos es esencial, ya que sólo así podremos encontrar el bienestar propio y aprenderemos a compartirlo con nuestros amantes”, finaliza la psicoterapeuta Nilda Chiaraviglio.