El actual proceso electoral 2024 nos ha traído el “marketing Chatarra” que si bien se ha utilizado en otras elecciones, en éstas, ha logrado cobrar la notoriedad que otorga la viralidad digital en las redes sociales.
Desafortunada, fuera de lugar y grotesca resultó la parodia que sobre un asalto en el transporte público realizó Nay Salvatori, candidata a una diputación por Cholula.
El momento pasó de las risas al cuestionamiento social frente a la ola de asaltos que indiscriminadamente se enfrentan en el transporte público poblano, donde los usuarios sabemos lo que es, subirse a una combi o a un microbús escondiendo el teléfono por temor a que en cualquier momento te sorprenda un asalto.
El momento no sólo reflejó la pésima idea de esta candidata morenista, quien tuvo cero empatía para entender, que lo que ella parodió es la vida real que viven los ciudadanos a los que pretende representar en el Congreso del Estado.
Sin embargo, Nay Salvatori se negó a ofrecer una disculpa o aceptar su error.
En su parodia, la morenista fue secundada por el candidato morenista a la Presidencia Municipal de San Andrés Cholula, Víctor Correau Galeazzi quien tampoco ofreció una mínima disculpa por el hecho.
Este tipo de desatinos, se han convertido una constante entre varios candidatos de partidos indistintos, quienes hace uso de esa “creatividad” que a veces raya en lo burda que puede verse una oferta política cuando no oferte ningún contenido.
La muestra de este marketing de hojalata también la vemos con el candidato de Movimiento Naranja quien ha hecho uso del marketing musical a través sus cumbias y canciones que lo han llevado a tener una mayor visibilidad entre la audiencia joven.
El tema de análisis nos obliga a mirar lo que se está consumiendo en redes sociales como parte de las ofertas electorales que sin líneas de estrategia ofrecen lo hueco, lo viral, lo pegajoso y lo fácil de captar, pero sin ninguna propuesta real de viabilidad que garantice a los electores una plataforma con solidez en acciones.
Los jóvenes son quienes se identifican con este tipo de marketing desechable al que no le exigen más que lo estrictamente viral, polémico y contagioso para poderlo replicar, sin importarles conocer contenido o estrategia de las plataformas de los candidatos.
Sin duda alguna, el estilo de hacer marketing en campaña ha evolucionado tomando en cuenta la gran gama de opciones que se han abierto con la aplicación de la inteligencia artificial. Pero no por lo anterior, se tiene que priorizar la eliminación de mensajes con estrategia y acciones que reflejen hacia dónde va el trabajo de cada candidato.
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