Actualmente los científicos realizan estudios en lo que revelan que la hormona oxitocina es la clave para que los lomitos entren en contacto con sus dueños
Los perritos en la actualidad se convirtieron en integrantes de la familia y de ser simples mascotas son compañeros leales que dan alegría y amor a las casas de muchas personas.
Es más los dueños llegan a considerar a los lomitos como sus mejores amigos, que comparten momentos cotidianos, celebraciones y hasta vacaciones juntos.
Y es que ahora esta conexión especial se ve reflejada en la manera en que cuidamos de ellos, dándoles atención, cariño y hasta tratamientos de salud que antes eran impensables, ahora son comunes.
Además los canes no solo enriquecen nuestro entorno, sino que además nos enseñan de empatía, responsabilidad y el valor de la compañía incondicional.
Pero, el comportamiento de los seres humanos con los sabuesos provoca un cambio en la evolución de estos animales lo que los científicos estudian a fin de entender como impacta en la vida de nuestras mascotas.
Los cambios de los humanos en la evolución de los peludos
Según los científicos, estas mascotas pueden vivir una nueva era de domesticación, la cual se encuentra impulsada por el anhelo de los humanos de contar con compañeros que sean amigables, tranquilos y perfectos para un estilo de vida más sedentario.
Apenas unas décadas atrás los perritos se veían como animales de trabajo, se dedicaban a cazar plagas, pastorear ganado y hasta proteger el hogar.
Ahora el buscar la compañía y afecto es una prioridad más significativa para los dueños de las mascotas.
También los científicos descubrieron que dicho cambio incrementa los niveles de una hormona que es responsable del vínculo social en los peludos y en especial de los perritos de servicio.
Lo que refleja un deseo de conexión y calidez en nuestras vidas, en donde los canes no solo son amigos leales, sino además son parte fundamental de las familias.
De acuerdo a un estudio realizado por investigadores de la Universidad de Linköping, Suecia, descubrió que la hormona oxitocina es la que impulsa a los sabuesos a buscar el contacto con sus dueños, en la que se incluye su voluntad de solicitar ayuda en el momento que enfrenta un problema difícil.
Así a medida que los hombres domesticaron a los lobos, los transformaron en estas cariñosas mascotas que hoy día conocemos, su sensibilidad a la oxitocina incrementa, de acuerdo a los estudios de los investigadores.
Por lo que los actuales hallazgos nos da una idea de cómo la domesticación va alterando los genes que influyen en las habilidades sociales de los perros.
Los especialistas en perritos Brian Hare y Vanessa Woods explicaron que los rasgos del comportamiento de los lomitos experimentan ya una tercera ola de domesticación.
Dicho proceso, se centra en adaptar las personalidades de los perritos al mundo moderno, Woods y Hare piensan que los humanos deben tener una papel más activo a fin de facilitar el proceso.
«Para la felicidad de los perros y sus dueños, los humanos requieren de criar y entrenar más sabuesos como animales de servicio, embarcándose en una nueva ola de domesticación de lomitos para ayudarlos a adaptarse al nuevo mundo que hemos creado», escribieron.
Así que la fascinante conexión hormonal se puede referir que nuestros amigos peludos son muy afectuosos y quieren estar más cerca de nosotros. Lo cual es una muestra de cómo el amor y la lealtad se han entrelazado.
Imágenes Pixabay
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