domingo, junio 22, 2025
23.2 C
Puebla
spot_img
spot_img
spot_img
spot_img
spot_img
spot_img
spot_img
spot_img
spot_img

OTROS ARTÍCULOS

Lo que estuvo en juego en las elecciones del poder judicial

Este fin de semana, vivimos un momento histórico en México: por primera vez, fuimos llamados a elegir a quienes formarán parte del Poder Judicial.

Un hecho sin precedentes, que aunque suene técnico y lejano, nos afecta profundamente en nuestra vida diaria como personas, profesionistas, madres, padres y ciudadanos.

La reforma que hizo posible estas elecciones fue aprobada en septiembre de 2024, en medio de muchas dudas y prisas. Aunque la idea de elegir a jueces suena democrática, la forma en que se implementó ha generado muchas preguntas. Faltó información, faltaron filtros, y lo más grave: faltó confianza.

Según datos del INE, solo entre el 12.5% y el 13.3% del padrón votó. Es decir, entre 12 y 13 millones de personas en un país de casi 100 millones de votantes.

Las razones son muchas: no conocíamos a los candidatos, no sabíamos por qué importaba votar, o simplemente sentimos que nuestro voto no iba a cambiar nada. Pero la verdad es que no votar también tiene consecuencias.

No votar no frena la ley. La reforma ya está en marcha. Y si no participamos, otros deciden por nosotros. El riesgo es que este tipo de reformas, mal llevadas, terminen debilitando la justicia en lugar de fortalecerla.

Muchas vimos circular listas con nombres sugeridos, los famosos «acordeones». Si compartiste uno, si seguiste una «recomendación» sin cuestionarla, también fuiste parte de la coacción del voto. Y como ciudadanos que buscamos una sociedad más justa, no podemos permitirnos caer en esas prácticas.

El INE hizo su parte con lo que pudo: pidió 13 mil millones de pesos y sólo le autorizaron 6 mil 219, con una ampliación de último minuto. Aún así, organizó el proceso. Pero la responsabilidad final es nuestra: informarnos, exigir transparencia y participar.

Esto no es solo un tema político, es un tema que atraviesa nuestra vida: desde la seguridad, hasta el acceso a la justicia y los derechos de nuestros hijos e hijas.

Hoy más que nunca, necesitamos ciudadanos que no solo se indignen en redes, sino que se manifiesten en las urnas.

Desde que en 1953 se nos reconoció a las mujeres el derecho al voto en México, somos quienes más razón teníamos para salir a votar, en honor a quienes lucharon por que nuestra voz cuente en la vida política y democrática del país. Porque votar también es un acto de autocuidado, de liderazgo y de solidaridad.

Cuando las mujeres lideran, ganamos todos.

Por: Edhalí Moreno

TAMBIÉN TE PUEDE INTERESAR

¿Pragmatismo o Populismo Económico? El Debate que México No Puede Evadir

El reto del activismo femenino: Más allá de las Marchas del 8M

El valor económico de las artesanías: Más que cultura, una industria vital

ÚLTIMOS ARTÍCULOS