De un tiempo para acá se han visto en las pasarelas mujeres de talla mediana; podríamos pensar que es la revolución de la industria de la moda o es acaso una campaña de marketing
Durante muchos años ha prevalecido los estándares de que las modelos más delgadas con las medidas 90-60-90 han sido los cánones de belleza; por el cual muchas mujeres desean convertirse; sin embargo cuando llegaron las Kardashian, las modelos llamadas curvy, tuvieron un pequeño espacio en las pasarelas; destacando Ashley Graham, Paloma Elsesser y Precious Lee.
Sin duda esto ayudo a que en las pasarelas hubiera un soplo de aire fresco en un mundo donde no hay permiso a la diversidad corporal, y con el tiempo algunos diseñadores comenzaron a incluir modelos de tallas no “convencionales” en sus catálogos y pasarelas.
Sin embargo, la talla mediana, que comprende de la 38 a la 42; no aparecen para nada en las pasarelas como si no existieran; lo que ocasiona que se acentúa aún más la problemática de la aceptación corporal.
Con el movimiento body positive las mujeres ‘midsize’ comenzaron a tener más protagonismo en redes sociales, consiguiendo que las marcas no pudieran mirar más hacia otro lado. Fue así como apareció Jill Kortleve, talla 40, al mundo de la moda; siendo la imagen de las modelos “in between”, las de talla media.
Para el año 2019 hizo su debut en las pasarelas y desde entonces su popularidad ha subido, al grado de protagonizar una portada de la revista Vogue y desfilando en casas de Alta Costura como Chanel y Valentino.
Lamentablemente los diseñadores prefieren seguir trabajando con las ‘fitting model‘, ya que tener modelos con las mismas medidas convencionales ayuda a producir mucho más rápido y en serie. Cuando incluyen modelos que se salen de estas tallas, tienen que hacerlo a medida, lo que encarece y alarga la producción, son realmente pocas las casas que saben confeccionar fuera de las tallas estándar.
Celina Ralph y Luca Biggs, los nuevos rostros ‘midsize’
La empresa de análisis de datos Launchmetrics destacó que desde abril de 2021 hasta noviembre de 2022, el interés por la moda “midsize” fue en aumento en todas las plataformas y calcularon 18.700 menciones a las que otorgan un Media Impact Value (MIV) –un valor monetario asignado a las publicaciones digitales– de 56 millones de dólares. Instagram es la red con mayor contenido sobre el tema y aseguran que en TikTok va al alza, registrando un crecimiento del 20% mensual.
Celina Ralph y Luca Biggs, son modelos que encajan dentro de la talla mediana; a Celina Ralph apareció en las pasarelas de Molly Goddard, Altuzarra, Boss, COS y Alexander McQueen. Por otro lado, también ha aparecido en los catálogos de Good American y H&M, así como en la revista Vogue de la edición británica e italiana.
Otras modelos ‘midsize’ están comenzando a hacerse un espacio entre los catálogos como Zara, Mango o H&M, aunque todavía no tienen la suficiente importancia en la industria como para hacerse un espacio en los desfiles de grandes diseñadores.
Hasta el día de hoy tenemos una duda si este cambio corresponde a una verdadera revolución en la industria de la moda o solo es una nueva campaña de marketing para mostrar una imagen más inclusiva de cara a sus futuras clientes y adentrarse a un nuevo nicho de mercado que aún está sin explotar. Sin duda que durante el 2023 las modelos ‘midsize’ estan pisando fuerte.
