Jaime Lucero es un empresario migrante exitoso quien representa “Fuerza Migrante”, fundación que a través de la educación y espacios de poder busca que los mexicanos que viven en Estados Unidos no sean discriminados y se respeten sus derechos.
Fundador de Casa Puebla en Nueva York y Nueva Jersey, ha trabajado por más de 45 años para la comunidad que radica en Estados Unidos, siempre apoyando a Piaxtla la comunidad donde nació.
Jaime Lucero es la voz a nivel local y nacional de los connacionales que no quieren ser ignorados, ni que se vejen sus derechos, él es un ejemplo para los millones de compatriotas que viven en la Unión Americana, pues su empresa de logística es la cuarta más importante en el noreste de los Estados Unidos y está convencido que su historia se puede replicar con empresarios comprometidos con la justicia social.
SOY -EN PARTE- LA HISTORIA DE MILLONES DE MIGRANTES
Considera que su historia es la de miles o millones de migrantes, con una excepción: él logró el sueño americano. A los 9 años salió de su pueblo a la Ciudad de México con una familia que prácticamente se desintegró cuando su papá murió.
“Mi madre se quedó con siete hijos, yo era el de en medio, no había muchas opciones por eso nos fuimos a trabajar. Ema, mi hermana se quedó en el pueblo con la familia y es una de las cosas que lo va marcando a uno, dejas la zona de confort y vas a lo desconocido, la Ciudad de México impone y esta es la primera migración interna que hice”.
“Piensas si va haber algo para comer ese día o no, esa es la formación que muchas veces te ayuda a vivir en un mundo real que tiene todas sus dificultades y oportunidades de aprendizaje. En México me quedé hasta los 18 años y te das cuenta de que la falta de oportunidades es permanente e incluso la discriminación en México es muy marcada. Tenemos que hacer algo para cambiar en nuestro país”, señaló.
“En Estados Unidos la comunidad migrante es muy grande, dicen que somos 40 millones de mexicanos y mexicoamericanos y persiste esa idea de que nos tenemos que conformar, que se nos ignore, se nos margine, se nos señale, nos excluyen, se nos hostiliza de ahí surge la idea de formar organizaciones, crear el México que siempre todos llevamos dentro, aunque vivamos lejos de aquí y de tener a los amigos y a la familia luchando por algo que a veces en la práctica es algo muy difícil, pero se va a insistir en ello es lo que siempre digo, educarnos para superar las adversidades”.
EL ESFUERZO PARA SALIR ADELANTE
“Mi hermano Julio ya vivía en Manhattan pero él nunca quiso que yo me fuera porque sabía lo difícil que es la vida, pero las oportunidades aquí en México no eran muchas y sin decirle nada me fui a la frontera y ahí me tenía que ayudar si o si y así fue como migramos para allá”.
“A 47 años de haber llegado a Estados Unidos y luego de años de trabajo y esfuerzo, desde que llegué solo tuve un empleo, como dije, inicié desde abajo en un restaurante donde duré 6 años, fui escalando puestos, nunca busqué la comodidad, ni me di por vencido”.
“Luego de este tiempo ya tenía una buena posición que me permitía vivir bien, pero además en ese tiempo decidí aprender a hablar inglés y bueno no lo hablé al 100% pero me daba a entender, me puse la meta de hablarlo en 3 meses, fui autodidacta, traducía los textos con un diccionario, mis compañeros americanos que trabajaban en el restaurante me iban leyendo, y así fue como aprendí. Y empezaron las oportunidades, si haces una cosa bien lo demás viene solo”, detalló.
JAIME LUCERO LOGRÓ EL SUEÑO AMERICANO
“Si uno trabaja duro, la idea de independencia va llegando sola. En el restaurante yo hacía las compras en un camión viejo que a las dos cuadras se descomponía y le insistíamos al dueño de que comprara uno nuevo para evitar eso y para mi esa fue la señal para salir del restaurante, me lo vendieron y otra vez a la calle a ver como sobrevives y poner en práctica la decisión de salir adelante, yo quería comerme el mundo y me decía sí puedo”.
“Empecé a trabajar con el camión que me vendieron a plazos, en mis inicios estuve con un comisionista era un compañero de transporte, ahí tuve que aprender mecánica porque se me descomponía, los primeros 5 años no veía la mía, cada que iba al restaurante me decían que cuando quisiera regresar lo podía hacer nunca me cerraron las puertas, pero para mí no era fácil decir bueno no pude hacerla y me regreso, el reto lo tenía que cumplir no iba a aceptar una derrota”.
“El trabajo y la constancia es algo que ayuda a tener una perspectiva profesional y con una alta visión empresarial de tener un camión y hoy tener una de las cuatro empresas más importantes de logística de ropa para mujer del noreste de los Estados Unidos”.
“Empecé a sobrevivir y poco a poco vas a aspirar a algo más, es un reto, te vas a formar vas a hacer las cosas bien y la recompensa algún día llegará, pero no sacarle la vuelta, a mí me gusta la comodidad, la idea era crecer y al final de muchos años lo logré y como lo he vivió ahora lo comparto y me gusta apoyar a los connacionales”, relató.
“Eso es lo que yo deseaba: ayudar, el no darse por vencido y la gente que vas conociendo, vas hablando de tus proyectos se siente identificada con Fuerza Migrante porque te oye y te apoya”.
FUERZA MIGRANTE APUESTA POR LOS JÓVENES
“Llegué con una hermana, solo con estudios de secundaria, empecé en un restaurante lavando platos trabajando duro, armé un grupo de 18 personas poblanas que nos reuníamos los días de descanso para hablar de las necesidades que teníamos, el hecho de cómo llega la gente y como ayudarlos porque en ese entonces eran pocos los poblanos que vivían en Nueva York y así se formó el Club Azteca, se hicieron sus credenciales y años después se convirtió en Casa Puebla Nueva York, esto fue un semillero de líderes de gente con conciencia social. Eran amigos que se reunían para apoyar, al llegar un amigo, un familiar de alguien y los ayudaban, así se fue creando comunidad”.
“Todos los liderazgos tienen diferentes temáticas cada quien va encontrando el perfil de sus propias organizaciones que promueven la cultura mexicana, deportes, mujeres y se especializan para dar atención a los migrantes”.
“Fuerza Migrante nace para coordinar el esfuerzo de estas necesidades y liderazgos. Actualmente hay más de 3 mil 500 organizaciones, según el Instituto de Mexicanos en el Exterior. Nuestra organización trabaja en una plataforma que coordina el esfuerzo de estas organizaciones y líderes que están todos los días sustituyendo a los gobiernos”.
“Para México es fácil, decir ya se fueron estos 12 millones de personas ya no me corresponde a mí ofrecer trabajo, salud, educación, infraestructura y para Estados Unidos es fácil decir yo no los invité ellos se metieron, no estoy obligado a ofrecerles educación, cultura, salud, nada, la que asume estos problemas es la sociedad civil, los liderazgos que por décadas han sustituido a las autoridades y cubren estás necesidades desde violencia doméstica hasta temas tan importantes como es la educación”.
“Desde que empecé a tener éxito me acerqué a trabajar con la Universidad de la ciudad de Nueva York hace más de 15 años donde planteo la necesidad de apostarle a los jóvenes para reconocer los liderazgos, son chicos que probablemente ya nacieron en Estados Unidos, pero tenemos que hacer algo para vincularlos con la cultura y sus orígenes”.
“Hoy somos 12 millones de mexicanos que nos fuimos a Estados Unidos, pero como somos buenos para reproducirnos ya andamos en unos 26 o 28 millones de personas que nacieron en ese país y muchos de ellos ya no quieren hablar español, ya no quieren venir a México, no quieren estar vinculados con la comunidad mexicana y tenemos que darle la vuelta a eso”.
“Hay que profesionalizar a los migrantes, que cuenten con una alta visión empresarial, como es mi caso: un garbanzo de libra, por ejemplo, ya convertimos a un grupo selecto de personas que han logrado estabilidad económica con un alto compromiso social. Hoy se trabaja en las acciones, buscar a las personas que inviertan recursos económicos, tiempo, voluntad todo esto para realizar los cambios estructurales en México”.
“Creemos que la mejor solución es el profesionalizar a la gente en las competencias para poder crecer a nivel mundial”.
“Trabajamos con un grupo de profesionales tanto en México como en Estados Unidos con académicos, instituciones educativas, gobiernos para la profesionalización. Antes el único aliado de Fuerza Migrante era Casa Puebla en Nueva York, luego llegaron a ser 107 organizaciones, hoy somos más de 670 organizaciones y más de 50 municipios y muy pronto tendremos secretarías y gobiernos de estados ya que estamos trabajando en dos áreas de empoderamiento económico y empoderamiento social”.
NOS REPRESENTAN ONCE DIPUTADOS FEDERALES
“Este año se trabajan acciones en la plataforma educativa binacional de Fuerza Migrante la UFM que la forman más de 80 carreras de licenciaturas disponibles para lanzar este año con más de 30 instituciones educativas de México y Estados Unidos”.
“Se han firmado casi 60 acuerdos de colaboración con municipios en el país abriendo oficinas o ventanillas de atención a migrantes con una inversión en tecnología para tener aplicaciones móviles, plataformas digitales y la digitalización de la comunidad.
Estamos promoviendo los derechos de representación política, gracias a juicios que Fuerza Migrante ha impulsado hoy por primera vez tenemos en el país 11 diputados migrantes a nivel federal, próximamente tendremos congresistas en Guerrero y Oaxaca, estamos trabajando en Jalisco, Guanajuato, Puebla, Tlaxcala, Morelos, San Luis Potosí y varias entidades del país para que se respeten a los migrantes”.
“Lanzamos plataformas económicas con herramientas para créditos, ahorros, inversión en proyectos productivos en las comunidades expulsoras de migrantes, queremos que nos dejen de ver como cajeros automáticos y nos vean como socios, aliados, ya que podemos hacer promoción turística, trabajar en mecanismos de inversión y generar proyectos productivos con nuestros familiares”, detalló.
“Es fundamental cortar la dependencia de las remesas, detonemos nuestras comunidades que generen los recursos de auto sustentabilidad y empleos, en eso estamos enfocados en la plataforma educativa, social, en todo el país con todas las organizaciones, con el fin de que se facilite el trabajo en los municipios, para hacer frente con la primera autoridad para salir adelante”, finalizó.
Por María Eugenia Mora y Silvia de Julián.
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