Hace unos días Doña Gaby Bonilla, presidenta del SEDIF, presentó el informe de la dependencia que encabeza y de la cual tomó protesta el 5 de enero de 2023.
Un año, ayyy, se fue rapidísimo.
La dependencia tenía reportes graves y no funcionaba como hoy en día.
No fue fácil construir sobre ella, pues el pasado vivía ahí y era un espacio que pedían se les respetara.
Un amigo pronosticó que vendría una catástrofe, pues los acuerdos políticos eran mayores.
Otro me dijo que no pasaría nada y que Doña Gaby sólo sería un protocolo.
Gracias a Dios los dos se equivocaron: ni hubo catástrofe y mucho menos Doña Gaby fue un protocolo.
Nada de esto es gratuito, Gaby Bonilla ha recibido el apoyo total e incondicional, de su esposo el gobernador: Sergio Salomón; pero hay una mezcla de ciertos elementos que ha sido el motor para tener estos resultados: amor y pasión.
Gaby y Sergio tienen un amor que se olfatea y se mira a lo lejos.
Gaby y Sergio tienen pasión por lo que hacen.
Pero, sobre todo, Gaby y Sergio: aman a Puebla y a su gente.
En esos tres ingredientes se ha construido el trabajo de Gaby Bonilla. Un gran trabajo.
Hoy el DIF no puede estar en mejores manos.
Unas manos que abrazan y trabajan por las familias poblanas, pero sobre todo por las que más necesitan.
Felicidades, Doña Gaby, que su corazón siga floreciendo.
La Chica Única
@lachicaunica_