En opinión de Federico Berrueto, Harris y Sheinbaum pertenecen a la misma generación, a la vez que comparten un origen familiar similar, siendo producto de la contracultura de los años 80′s y 90′s.
Las analogías entre la virtual presidenta de México Claudia Sheinbaum y Kamala Harris la vicepresidenta de EU y seguro candidata presidencial son extraordinarias. Lo obvio es que ambas se inscriben como el proyecto del presidente que se va, uno, Andrés Manuel López Obrador, por razones constitucionales, Joe Biden, por regateadas consideraciones de edad y que le llevaron a declinar la reelección.
Harris y Sheinbaum pertenecen a la misma generación. La mexicana nacida en junio de 1962. Harris en octubre de 1964. Las olas generacionales dicen mucho de la identidad de las personas por la realidad social en las que les correspondió crecer, educarse y desarrollarse. Esta consideración las lleva a actuar a contracorriente del orden de cosas y hacer propia la lucha de todas las mujeres para ganar espacios dominados por los varones. Las dos son producto de la contracultura de la década de los 80′s y 90′s. La rebeldía es natural y es condición propia no solo de la edad, sino de lo que debe ser. Kamala nació en Oakland, California, el estado más progresista de la unión, Claudia en la Ciudad de México, igualmente, la entidad más avenida al cambio a un país de modernización contradictoria y accidentada.
La personalidad se crea y recrea en el ámbito familiar; fuente de valores, visiones y aspiraciones. Las dos son hijas de matrimonios exitosos en lo profesional, migrantes, con madres de excelencia, pero que habrán de transitar por el divorcio. Hijas de padres divorciados tienen mayor capacidad de resiliencia. Es un tránsito a la fragilidad de las relaciones humanas y la necesidad de que la mujer postule como forma natural la independencia y la autosuficiencia emocional, económica y social. La preparación académica es curso obligado, esencial para vencer los prejuicios y el sometimiento de género o de cualquier tipo.
Es una coincidencia singular que las madres de ambas hayan sido científicas de laboratorio distinguidas y reconocidas por los resultados de su labor. La madre de Kamala, Shyamala Gopalan, nacida y educada en la India, en su juventud se postuló para una beca de posgrado en Berkeley, California, donde obtendría el doctorado y posteriormente conocería a un líder estudiantil de Jamaica, Donald Harris, que a la postre sería profesor emérito de economía de la universidad de Stanford. Shyamala fallecería de cáncer en 2020, su aportación ha sido relevante para la biología y oncología mamaria.
Annie Pardo Cemo, madre de Claudia, es una bióloga celular egresada de licenciatura y doctorado de la Facultad de Ciencias de la UNAM. Ha sido residente de investigación en diversas universidades de EU. En 2023 recibió el premio nacional de ciencias por su su investigación en bioquímica, enfermedades del pulmón y también en investigación sobre envejecimiento.