Ganar cielo
I
Entré en la vida sin decir / nada
pero el camino es exigir / todo
y al presentarme ubiqué / sólo
mi huella como la unidad / tibia
pero la era demandó / fuerte
la eclosión de mi sentir / vivo
por eso ahora estoy aquí / ando
tras esa imagen que inventar / mía
para crecer y renacer / credo
y atravesar y culminar / prueba
II
Apenas lo recuerdo
allá lejos a un lado del balcón
muy alto para mí
aunque después fue presa fácil
pues bastaba mirar de frente
y leer en su imagen esos ojos
que hoy saben a viejo
pero a serenidad huelen.
III
Fue la primera vez que me traicionó.
De puntas miré sólo las cejas.
Meses más tarde pude ver la oscura
palestra de visiones ya caducas.
Entonces cambió de estilo
y en su plateada estampa
dijo mi nombre: pútrido.
IV
Ahora ya me gusta usarlo
y a veces todo el día para espejear
o cantarle a la piel retrógrada
que escupe sin cesar mi esqueleto
poniéndole de epíteto
vaya cincuentón ya casi sesenta
pero no le hago caso alguno
pues su debilidad lo traiciona:
es más viejo que mis antepasados.
Es por eso bandera y tilde y ser y
hasta mi confesor estrella
aunque su nombre suene feo y triste
y hasta vulgar como el reflejo.