La historia de la fundación de Puebla ha sido, en gran medida, narrada desde la perspectiva de los hombres que participaron en su establecimiento.
Sin embargo, un capítulo poco explorado de la Fundación de Puebla es el papel crucial que desempeñaron las mujeres en este proceso.
Gracias a la investigación de Eva Robles Galindo en su obra El papel de las mujeres en el proceso de fundación de Puebla de los Ángeles (1999), se ha comenzado a dar luz a la contribución femenina en la conformación de esta ciudad.

Mujeres en la fundación de Puebla
Se sabe que en 1532, apenas un año después de la fundación de Puebla, ya habitaban en ella aproximadamente 80 vecinos, incluyendo viudas y otras mujeres de las que no se especifica su estado civil.
Para 1534, la llegada de más mujeres españolas, acompañando a sus maridos, fue impulsada por una ordenanza del rey Carlos V, cuyo objetivo era no solo poblar la ciudad, sino también controlar el comportamiento de los hombres que vivían en estas tierras.
Para finales de la década de 1540, los censos indican que ya había 162 mujeres casadas con españoles, consolidando así la estructura social de la ciudad.

María de Estrada: La guerrera y fundadora
Entre estas mujeres pioneras destaca la figura de María de Estrada, también conocida como Miriam Pérez, quien ha sido descrita como la principal mujer en la Conquista de México.
Su historia es un testimonio de resiliencia, valentía y determinación.
Nacida en la Judería de Toledo en 1492, a los 6 años fue testigo de la expulsión de los judíos de España.
Criada por gitanos después de haber sido rescatada de la Inquisición, adoptó el nombre de María de Estrada.
A lo largo de su vida, sufrió persecución, encarcelamiento y tortura, pero logró sobrevivir gracias a una ordenanza real que permitía el perdón de mujeres condenadas si decidían viajar al Nuevo Mundo.
Al llegar a Santo Domingo, se casó con Pedro Sánchez Farfán, amigo de Hernán Cortés, y en 1520 llegó a México con su esposo.
Su participación en la Conquista fue excepcional: fue la única mujer que sobrevivió a la Noche Triste y luchó en la batalla de Otumba y en la conquista de Tenochtitlán.

Un Legado en Puebla
Tras enviudar, María se casó nuevamente con Alonso Martín (cuyo nombre real era Alón), un judío practicante con quien se estableció en Puebla.
Ambos fundaron la ciudad y vivieron en la Hacienda del Molino, donde se han encontrado vestigios de su herencia judía.
A pesar de que su nombre no figura en los registros oficiales de los primeros habitantes de Puebla, el de su esposo sí lo hace, lo que sugiere que su presencia fue deliberadamente omitida o minimizada en los relatos históricos.
María falleció en 1527, víctima de cólera, y fue enterrada en una iglesia que posteriormente fue demolida para dar paso a la actual Catedral de Puebla.

El olvido y la reivindicación
El legado de María de Estrada y de tantas otras mujeres en la historia de Puebla ha permanecido en las sombras durante siglos. No obstante, su valentía y su papel en la construcción de la ciudad merecen ser reconocidos y reivindicados.
Hoy, a medida que se reexaminan los relatos históricos con una perspectiva más inclusiva, se hace evidente que la fundación de Puebla no solo fue obra de conquistadores y colonos varones, sino también de mujeres que, con su presencia y esfuerzo, cimentaron las bases de la sociedad poblana.
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