En donde estemos nadie sabe
porque la fe en el amor es la mar
que hunde en la esperanza lo divino
para acomodarse en el corazón
que nos eleva por los nervios del agua
como eleva por la gloria el cuerpo
convertido en gesto del lenguaje
con el punzante empuje amoroso
que flota con la piel y la monotonía
que cambia su hastío en fogosidad
envolvente entre brasas famélicas
que escurren con el flujo cristalino
chorros declarándose al creador
en el espacio apenas audible
que enciende palabras entre cirios
en cuyas lenguas nacen las heridas
que forjan los latidos con que duerme
cada corazón entregado y reduce
ese su volumen anidado en huellas
que empuñan los hilos del cielo
forrado de lágrimas y generaciones
de hierbas y salivas que ascienden
enquistadas con caídas de frases
en el enjambre terso del hacer el amor
con la fe prestada por su posibilidad
esa fe del amor que se sostiene
en el amor que ahora se reproduce
en el amor que ya fue y se consagra
en el amor que está a punto de brotar
siendo la blanquecina bocanada espiritual.
Mi correo es ricardocaballerodelarosa@gmail.com