Los médicos hablan sobre la convalecencia del Papa Francisco luego de 38 días hospitalizado y que serán por lo menos dos meses de reposo
El Papa Francisco ya se encuentran en recuperación en el Vaticano, luego de que este domingo dejara el Policlínico Gemelli de Roma, tras 38 días de haber ingresado por una infección grave respiratoria.
También el Pontífice argentino se mostró triste al enterarse de los bombardeos israelíes en Gaza y solicitó «un alto al fuego definitivo», al dejar el hospital en dirección al Vaticano, sin embargo, por sorpresa, cambio el rumbo cuando llegaba a su destino.
Y es que en un movimiento inesperado, la comitiva encabezada por el Fiat 500 blanco, que por lo general usa el Papa para desplazarse se desvió de su camino para llegar primero a la Iglesia de Santa María La Mayor.
Hay que recordar que este templo custodia el icono «Salus Populi Romani», del cual el Santo Padre es muy devoto y que siempre después de sus viajes visita.
En el recorrido por las calles del centro de Roma, que se retransmitió en directo por la televisión pública italiana RAI, varios transeuntes y conductores se detuvieron en las aceras para aplaudirle, en tanto, el Sumo Pontífice llevaba las cánulas nasales para recibir oxígeno, los saludaba desde el interior del vehículo y daba las gracias por las muestras de cariño.
Cabe destacar que Francisco no salió del auto, sin embargo entregó un ramo de flores al cardenal de la basílica para que fuera colocado frente al ícono de la Madonna de la cual es devoto.
Este es una pintura de estilo bizantino sobre madera que es venerada por los romanos y es tan importante para Francisco que la ha elegido ser enterrado en la basílica para estar cerca de ella.
Antes de dejar el nosocomio, el Papa se trasladó en silla de ruedas a un balcón que daba a la entrada principal y levantó el pulgar, reconociendo a la multitud.
La mañana del domingo se reunieron cientos de personas para despedirse y ver por primera vez al Papa luego de cinco semanas.
“Veo a esta mujer con las flores amarillas. ¡Brava!”, dijo el Santo Padre, tenía un aspecto hinchado y con voz entrecortada. Hizo una muy débil señal de la cruz antes de ser llevado de regreso al interior, aparentemente jadeando por aire.
Se escucharon gritos de «¡Viva el Papa!» y «¡Papa Francesco!», las persona ahí reunidas eran pacientes que había sido llevados afuera solo para ver su breve aparición.
Su convalecencia
Los médicos afirman que el Santo Padre requiere de dos meses de descanso y la convalecencia en el Vaticano, durante este tiempo debe abstenerse de reunirse con grupos grandes de personas o esforzarse.
Comentaron que podrá reanudar todas sus actividades normales de manera eventual.
El regreso a su casa luego de la hospitalización más larga de sus 12 años de pontificado y la segunda más larga en la historia reciente, dio alivio visible al Vaticano y a los fieles católicos que siguen los altibajos en la salud de Papa argentino.
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