En Puebla se realiza la renovación de los votos sacerdotales y la bendición de los Óleos que se usan para los Sacramentos.
En la arquidiócesis de Puebla cada Semana Santa se realiza el Martes Santo la tradicional Misa Crismal aunque esta celebración se hace el Jueves Santo.
Debido a las distancias que hay en la arquidiócesis y el traslado de los presbíteros es difícil por el trabajo que se realiza en las comunidades durante esta Semana Mayor.
Aquí se bendicen los oleos de los enfermos, catecúmenos y el Santo Crisma además de que se hace la renovación de las promesas sacerdotales.

La ceremonia es de las más largas pero ¿para qué sirven estos oleos? Los oleos o aceites son tres y cada uno sirve para diferentes Sacramentos.
Estos son: el Óleo de los Catecumenos, el Óleo de los enfermos y el Santo Crisma.
El Óleo de los Catecúmenos extiende su efecto para los exorcismos, se dice que da fortaleza en la lucha de la vida cristiana, a la que los catecúmenos se preparan para recibir el bautismo, se usa en el Sacramento del bautismo.
El Óleo de los enfermos se confiere a los enfermos, como lo atestigua la Carta de Santiago el remedio de la enfermedad, para que sean aliviados físicamente y les sea restituida la salud, se usa en la unción de los enfermos.
Se unge a quienes se someterán a alguna intervención quirúrgica o quienes se encuentran en peligro de muerte.

El Santo Crisma se usa para la ordenación de los Obispos y presbíteros, para la Confirmación y para la dedicación de las nuevas iglesias y del nuevo altar, así la unción del Crisma representa la plena difusión de la gracia.
Crisma procede del latín chrisma, está compuesto por aceite de oliva, que representa la fortaleza, y se le añade una pequeña cantidad de bálsamo cuyo aroma representa el suave olor de la vida cristiana.
Este debe estar bendecido por un obispo o al menos por un sacerdote delegado por la Santa Sede.
Si se cumplen estas dos condiciones se tiene validez. Los ritos empleados para esta bendición demuestran que se debe realizar en una ceremonia de mayor importancia.
Además el Crisma es uno de los aceites consagrados que se usan en la Iglesia Católica, tanto Romana como Ortodoxa y en las Iglesias Orientales, en determinadas ceremonias.
Este óleo se usa en el sacramento del bautismo y la confirmación, también en la ordenación de obispos y presbíteros, la dedicación de las nuevas iglesias y del nuevo altar, que tiene que ser fijo y preferentemente de piedra, además de la bendición solemne de las campanas y del agua bautismal.
Se unge con el Crisma la cabeza del recién bautizado, la frente de las personas que es confirmada, la cabeza y las manos de un obispo en su consagración y las manos de un sacerdotes en su ordenación.

Las paredes de las iglesias que son solamente consagradas, son ungidas con el mismo aceite santo y las partes de los vasos sagrados utilizados en la Misa que entran en contacto con las sagradas especies, como la patena y el cáliz.
La unción con el crisma representa la plena difusión de la gracia.
En Puebla se bendicen en esta ceremonia 60 litros de todos los aceites son 20 litros de cada uno, los cuales son repartidos para todas las parroquias de la aquidiócesis.
Cabe destacar que todos los óleos son elaborados a base de aceite de olivo y en el caso del Crisma, se añade por cada cuatro litros, un litro de esencia de nardo, uno de jazmín, medio de sándalo y 48 gotas de antioxidante.
A esta ceremonia asisten la mayoría de los sacerdotes de la arquidiócesis para realiza la renovación de sus compromisos como presbíteros y formadores de la fe.
Las promesas que hacen en el día de su ordenación: castidad, pobreza y obediencia.
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