viernes, julio 26, 2024
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El amor: impulsa a unos y frena a otros

El Día de San Valentín es uno de los días más bonitos del año: se regalan flores, chocolates, ositos de peluche, bombones, mensajes de whats llenos de poesía y todas esas cosas que calificamos como cursis los que hemos sufrido desamor.

Hasta hace algunos años, no muchos, las personas planeábamos casarnos y vivir el resto de nuestras vidas con la persona amada, de acuerdo con datos de la Encuesta Nacional de Ocupación y Empleo: siete de cada 10 personas de 30 a 59 años –la edad en la que la tasa de participación económica es más alta– tienen una pareja, ya sea porque están casadas o viven en unión libre.

Mi abuela, que era una mujer sabia y que ya DEP, me decía que el amor nos lleva a tomar decisiones que impactarán nuestra vida.
Pues distribuiremos nuestro tiempo, dinerito y esfuerzo, con la persona amada.

Conozco amigas que han dejado su profesión por atender a su marido.
Otras amigas se han multiplicado como conejas.
En ambos casos han dejado de ser productivas, pues el amor les ha impedido ser parte de la fuerza laboral.

La cosa cambia cuando se acaba el amor y llegan los divorcios, pues es en ese momento, las mujeres al estar solas se ven en la necesidad de mantenerse al menos ellas o, en su defecto, hacerse cargo de los hijos por la ruptura con la pareja.

En la sociedad actual, en la que los roles de género tradicionales aún están arraigados, el amor tiende a ser un freno para el potencial económico de las mujeres, mientras que para los hombres es un impulso.

Sin duda el amor es parte de la vida y no tenemos que renunciar a vivirlo para construir una sociedad más igualitaria. Al contrario, lo que necesitamos es replantear los acuerdos internos de las parejas, de tal forma que una persona no tenga que cargar con todos los cuidados y la otra con todas las presiones financieras.

Síganme en X : @lachicaunica_

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