El Día de las Escritoras se celebra por tercer año consecutivo bajo el lema “rebeldes y transgresoras”. El 15 de octubre Día de las Escritoras se hará énfasis en la rebelión de las mujeres. La periodista Joana Bonet enfatiza: “La necesidad de rebelarse contra el sometimiento intelectual y la denuncia por ser y verse consideradas como ciudadanas de segunda cruza la obra de muchas escritoras -poetas, novelistas, dramaturgas, ensayistas- fomentando un nuevo orden social más justo y equitativo”.
El feminismo, la libertad sexual y la defensa de unos ideales humanistas, así como las contradicciones entre el ser y el parecer, son aspectos presentes en los textos seleccionados en la celebración de esta tercera edición. Esto en España pero en muchos países también se les celebra.
Origen del día de las escritoras
Este día se celebra desde el 2016, esto por la festividad de Teresa de Jesús; quien es patrona de los escritores, su objetivo es difundir el legado cultural de las escritoras hispanas y recordar las dificultades que, en el pasado, impidieron tanto el desarrollo de su obra como el justo reconocimiento a su labor cultural.
Este día pretende visibilizar el trabajo de las mujeres en la literatura y combatir la discriminación que han sufrido a lo largo de la historia.
A pesar de que son muchos nombres de escritoras especialistas anteriores al siglo XIX, rara vez se mencionan en los manuales de estudio y ni siquiera en los programas de historia literaria de la universidad en España. En el siglo XIX, gran parte de las mujeres escritoras tenían que publicar con un seudónimo de hombre para ser tomadas en serio. Émily Brontë y sus hermanas fueron muestra manifiesta de ello. Cumbres Borrascosas fue publicada bajo el seudónimo de “Ellis Bell” ningún editor se atrevía a publicar, pues consideraban que ellas solamente escribían novelas de corte romántico.
En el siglo XX la pionera Virginia Woolf escribió en 1905, el suplemento literario del Times, y 10 años después publicó su primera novela.
Mujeres y premios
El premio más importante de literatura en lengua castellana, el Premio Cervantes, sólo se ha concedido en cuatro décadas, desde su creación en 1976 a 4 mujeres: María Zambrano (1988), Dulce María Loynaz (1992) Ana María Matute (2010) y Elena Poniatowska (2013). Solo 4 frente a 37 hombres.
El Premio Nobel de Literatura desde su creación en 1901 hasta 2017 ha premiado a 14 mujeres y 100 hombres. De ellas, solamente una latina, la poeta y feminista chilena Gabriela Mistral, forma parte de esta selecta lista liderada por escritoras nórdicas y anglosajonas y con muchas representantes de movimientos feministas.
El Premio Planeta ha sido ganado por 14 mujeres desde su fundación en 1952 hasta el 2017.
Escritoras para todos los gustos
Algunas escribieron con seudónimos, otras simplemente ejercieron su arrolladora personalidad y nos legaron obras que nos muestran su talento.
Mary Shelley (1797-1851): Frankenstein. Cuenta la leyenda que Lord Byron reunió a sus amigos escritores para que todos escribieran una historia de terror en una noche de tormenta; la única que pasó a la historia fue Mary Shelley con un clásico que no necesita presentación.
Agatha Christie (1890-1979): 10 negritos. Es la autora que sentó las bases de la moderna novela de detectives. Creó y rompió las reglas con éxito en varios de sus libros, como éste y “El asesinato de Roger Ackroyd”. Imprescindibles para amantes del género.
Simone de Beauvoir (1908-1986): El segundo sexo. Una mujer analiza la discriminación del género femenino. Un clásico que abrió muchas puertas.
Emily Brontë (1818-1848): Cumbres borrascosas. Al editarse, fue casi una revolución. Una novela escrita desde varios puntos de vista, con muchos recursos que ningún autor había usado de esa manera. Esta novela es la más representativa del romanticismo británico.
Virginia Woolf (1882-1941): La señora Dalloway. Fue una de las autoras más innovadoras de su época, que creó el estilo narrativo de la “corriente de conciencia”, mediante el cual el lector pasa de los pensamientos de un personaje a los pensamientos de otro. Muy presente en ésta, su obra maestra.
Harper Lee (1926-2016): Matar a un ruiseñor. Camuflada de historia infantil, esta novela es uno de los más bellos alegatos contra el racismo y los prejuicios.
Gloria Fuertes (1917-1998): Cuentos y poemas infantiles. Se hizo famosa escribiendo para niños, pero tiene más de 15 novelas para adultos, y también poesía. Escribió también las canciones de los programas de tv infantiles Un globo, dos globos, tres globos y La cometa blanca.
Astrid Lindgren (1907-2002): Pippi Calzaslargas. Éste libro fue un éxito que rompió esquemas en su época, ya que defendía una educación para los niños basada en la libertad, la creatividad, el juego y la experimentación.
Louisa May Alcott (1832-1888): Mujercitas. En su época fue un libro transgresor. La protagonista, Jo, es una chica que se hace llamar por un nombre masculino, que reniega de las actitudes clásicas “femeninas” del momento y que se niega a casarse y quiere ser escritora.
Marguerite Yourcenar (1903-1987): Memorias de Adriano. Pionera de la novela histórica, narrando la vida del emperador romano Adriano.
Sor Juana Inés de la Cruz (1651-1695): Lírica, poemas escogidos. La primera poeta del “nuevo mundo”, ya que escribió desde México, hija de los primeros emigrantes. Su poema más famoso: “Hombres necios que acusáis… a la mujer sin razón” es un primer canto en contra de la doble moral en el trato a las mujeres.
Gabriela Mistral (1889-1957): Desolación. Fue la primera persona latinoamericana en ganar el premio Nobel de Literatura de 1945. Obra poética que destaca con títulos como Desolación, Tala y Lagar.
Escritoras que te recomendamos leer.
Teresa de Jesús (1515-1582): Camino de perfección. Otro clásico de la literatura. Por ser religiosa, era de las pocas mujeres a las que, por aquella época, les estaba permitido aprender a leer y escribir. Su poesía amorosa dedicada a Dios, se hizo popular.
Emily Dickinson (1830-1886): Poemas. De personalidad muy cerrada en sí misma, sólo publicó 12 poemas en vida, aunque tras su muerte se descubrieron 1,800 más.
Jane Austen (1775-1817): Orgullo y prejuicio. La historia de Elizabeth Bennet y el Sr Darcy llevada al cine en innumerables oportunidades. Austen es una escritora muy admirada por su fina ironía.
Margaret Mitchell (1900-1949): Lo que el viento se llevó. Comenzó a escribir esta novela mientras se recuperaba de las lesiones de un accidente y tardó diez años en terminarla.
Clarice Lispector (1920-1977): Cerca del corazón salvaje. Esta escritora brasileña es considerada una excelente narradora, sobre todo por sus relatos, que se han convertido en grandes clásicos.
George Sand (1804-1876): Ella y él. Prolífica autora francesa, de obras de teatro, poesía, relatos. Su nombre real era Aurore Dupin, pero siempre usó ese pseudónimo, incluso en su vida real, ya que enfrentó los convencionalismos en el París de la época.
Harriet Beecher Stowe (1811-1896): La cabaña del tío Tom. Novela muy popular en su época que trataba un tema candente en su época: la esclavitud. La obra llegó a ser muy influyente, pues se publicó pocos años antes de la Guerra de Secesión norteamericana.
Edith Wharton (1862-1937): La edad de la inocencia. Obra que retrata la sociedad de Nueva York de principios del siglo XX y deja en evidencia los dobles estándares existentes: el culto al dinero y a la imagen, y el diferente trato a la mujer.
Anaïs Nin (1903-1977): Diarios. Nin cosechó fama en su época sobre todo por la publicación de sus diarios, que son el testimonio de toda una época. Aunque no es literatura erótica, contiene detalles explícitos de sus relaciones con sus amantes, entre ellos, el también escritor Henry Miller y su mujer, June, o su propio padre, con el que tuvo una relación amorosa tras 20 años sin verlo.
Patricia Highsmith (1921-1995): Extraños en un tren. Siguiendo la estela de Agatha Christie, pero desde un ángulo diferente, Highsmith escribe género negro psicológico, es decir, novelas desde el punto de vista de los criminales. Sus más famosos trabajos son El talento de Mr. Ripley y Extraños en un tren.
Rosario Castellanos (1925-1974). Narradora y poeta mexicana. Su obra rescata los conflictos del espíritu femenino en un mundo dominado por los hombres. Entre sus poemarios destacan: Trayectoria del polvo (1948) y Lívida luz (1960). Las novelas Balún Canán (1957) y Oficio de tinieblas (1962) recrean con precisión la atmósfera social, tan mágica como religiosa, de Chiapas. Escribió también volúmenes de cuentos situados en el mismo registro: Ciudad Real (1960), Los convidados de agosto (1964) y Álbum de familia (1971). Sus ensayos están reunidos en el libro, Mujer que sabe latín (1974).
Elena Garro (1916-1998). Contrajo matrimonio con Octavio Paz. En 1954 escribió guiones para las películas como Sólo de noche vienes, basada en el cuento “La culpa es de los tlaxcaltecas” y Las señoritas Vivanco entre otras. Reúne sus primeras obras teatrales en Un hogar sólido (1958). De 1959 a 1963 vive en Nueva York, regresa nuevamente a México y en 1964 recibe el Premio Xavier Villaurrutia por su novela Los recuerdos del porvenir. Es autora de los libros La semana de colores (1964), Felipe Ángeles (1979). Andamos huyendo Lola (cuentos, 1980) trata sobre la figura de su hija. Se le considera una de las representantes más destacadas del realismo mágico.
Amparo Dávila (1928). En 1950 publicó Salmos bajo la luna, al que siguieron Meditaciones a la orilla del sueño y Perfil de soledades. En 1959 apareció su libro de cuentos Tiempo destrozado, y en 1964 Música concreta. Su siguiente obra, Árboles petrificados fue fruto de esa experiencia y en 1977 le valió el premio Xavier Villaurrutia.
Inés Arredondo (1928-1989). Entre sus títulos destacan los libros de cuentos: La señal (1965) y Río subterráneo (1979); la novela, Opus 123, y la pieza infantil, Historia verdadera de una princesa. Su escritura destaca por abordar las relaciones humanas desde un punto de vista femenino.
Así que sin excusas en el Día de las Escritoras, te proponemos que leas alguna de estas famosas obras “rebeldes y transgresoras”.