Todo futuro es bello
porque es incierto y noble.
Es el lenguaje del silencio si habla
en abrazo con lo desconocido
mediante bautizmal agua
en la reinvención de un significado
que desciframos al esperar
en la balanza de toda nostalgia
instalada en el tren que llegaría.
Cuando parte revela lo futuro
una contemplación del que ya nace
el enigma de quien muere
alma y carne centradas
entre razón y amor
configuración ínsita
respiración e instante
el sueño que se vive
la paz del parpadeo
la gracia que modela serenidad.
Desde cualquier futuro prometedor
inéditos vagones avanzan
revelados al paso incierto
contemplados desde ventanas guía
cual vida que se absorbe
mucho antes que suceda.
Qué más somos ahora y siempre
sino el desconocido futuro
el hueco rutilante
esa trama distante
el trayecto en disputa
las proyecciones fúlgidas
de durmientes futuros
en trenes sin sus vías.
Allí donde se calla el tiempo
el alma alista soles
no para regresar
sino para ser siempre.
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