¿Antes del nacimiento qué hay?
¿La nada y su esqueleto?
¿La voluntad de quien busca crear?
¿Todo el azar y juego cósmico?
¿Dónde el renacer puede ser posible?
Se nace y se madura
tras la conciencia de que a la muerte
sigue la vida que pierde pasos
y anda bóvedas mínimas
que son cenizas de ave y tiempo.
Se busca estar entonces
donde el renacer sea un volver febril
y se alcen alas que luego elevarán
carne de la conciencia
los ardorosos campos de vejez.
Fuego eterno y eléctrico viajar
que funde con los huesos la lógica
que inunda esa cabeza donde tiende
mi cuerpo renacido su cauda
y cada encubrimiento doloroso.
Esa inmortalidad de verte y hablar
muy de cerca al vehículo que eres
si me miras y calmas todo espasmo
y terminas la angustia y el miedo
que se acerca con pausa de ley.
Fiel testigo que finges para mí
el entorno que se pierde
recuperado en voz que inyecta
al tono melodía y al ritmo
el altivo destiempo recursivo.
Es purificación todo desear
y posibilidad de tomar
la mano que conecta con mi otro
despertar que no soy sino ahí
donde el renacer carga tu nombre.
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