Durante buena parte de su carrera, la cantante se mantuvo al margen de la política.
Sus canciones se centraban en el amor, los desengaños y las emociones juveniles. Sin embargo, en 2018, Taylor Swift decidió romper el silencio.
Y posicionarse públicamente contra el entonces presidente Donald Trump.
Desde entonces, ese gesto ha generado una serie de choques —algunos explícitos, otros más sutiles— que persisten hasta hoy.
Un nuevo ataque sin contexto de Trump a Taylor Swift
El más reciente episodio ocurrió este 16 de mayo, cuando Trump compartió en redes sociales un comentario sin contexto previo:
“¿Se han dado cuenta de que, desde que dije ‘Odio a Taylor Swift’, ella ya no está ‘hot’?”, escribió, insinuando que la cantante ha perdido popularidad desde que se enfrentó a él.
Aunque Swift no ha respondido directamente a esta nueva provocación, en el pasado no ha dudado en hacerlo.
El punto de quiebre entre Trump y Taylor Swift: 2018
Su primer pronunciamiento político llegó en 2018, cuando publicó en Instagram su respaldo a dos candidatos demócratas en Tennessee.
En ese mismo mensaje, criticó a la senadora republicana Marsha Blackburn por sus posturas contrarias a los derechos de las mujeres y de la comunidad LGBTQ+.
Trump reaccionó de inmediato desde la Casa Blanca con uno de sus ya característicos comentarios ambiguos:
«Me gusta la música de Taylor como un 25% menos ahora», declaró ante los medios.
Miss Americana: una declaración pública
A partir de ese momento, Swift se volvió más enfática en sus posturas. En el documental Miss Americana (2020), se muestra una discusión con su equipo y su familia sobre los riesgos de posicionarse políticamente. En una escena emotiva, entre lágrimas, expresa:
«Este hombre cree que puede controlar nuestras vidas. No puedo quedarme callada más tiempo».
Así, la artista pasó a ser una figura central de oposición cultural al discurso de Trump, al que acusa de fomentar el racismo y la violencia.
George Floyd y la ruptura definitiva
Uno de los momentos más tensos ocurrió en junio de 2020, durante las protestas por el asesinato de George Floyd. Trump escribió en Twitter:
«Cuando empiezan los saqueos, empiezan los tiroteos».
Swift le respondió con uno de sus mensajes más contundentes:
«Después de avivar el fuego del supremacismo blanco y el racismo toda tu presidencia, ¿tienes el descaro de fingir superioridad moral antes de amenazar con violencia? Te vamos a sacar en noviembre».
Con ese tuit, el conflicto dejó de ser implícito: la confrontación entre el poder político y la influencia cultural de Swift se volvió abierta y directa.
Aunque tras dejar la presidencia Trump evitó mencionarla por nombre, sus seguidores continuaron atacándola en redes, acusándola de ser parte del «deep state» y de utilizar su música como medio de adoctrinamiento ideológico.
The Eras Tour: arte como resistencia
Swift, por su parte, no ha retrocedido. En 2023, durante su exitosa gira The Eras Tour, incluyó en su mercancía oficial mensajes feministas y llamados al voto, reforzando su compromiso político como parte de su identidad artística.
Elecciones 2024: una nueva confrontación
Luego del debate presidencial entre Donald Trump y Kamala Harris, el 10 de septiembre de 2024, la cantante declaró su apoyo a la fórmula demócrata Harris-Walz
A través de Instagram, también denunció el uso de imágenes generadas con inteligencia artificial que la vinculaban falsamente con Trump. Cerró su publicación firmando como:
“Taylor Swift, Childless Cat Lady”,
en respuesta a un comentario despectivo del candidato republicano a la vicepresidencia, JD Vance.
Trump contraataca (otra vez)
La reacción de Trump no se hizo esperar. En su red Truth Social, escribió en mayúsculas:
“¡ODIO A TAYLOR SWIFT!”
El mensaje desató una nueva oleada de reacciones cruzadas entre sus seguidores y los fans de la cantante.
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