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Día Naranja: Reflexionando sobre la violencia de género y las «Red flags»

El Día Naranja, celebrado el 25 de cada mes, es una iniciativa de la ONU para crear conciencia sobre la violencia contra las mujeres y las niñas. Este día es una oportunidad para reflexionar sobre las medidas necesarias para prevenir este tipo de violencia y promover el respeto, la igualdad y la seguridad para todas las personas.

En este contexto, también es fundamental reconocer las «red flags» o señales de alerta en las relaciones, las cuales pueden indicar la presencia de conductas abusivas o potencialmente peligrosas.

¿Qué es el Día Naranja?

El Día Naranja es parte de la campaña global «ÚNETE» de las Naciones Unidas, lanzada en 2008 por el Secretario General para erradicar la violencia de género. El color naranja fue elegido por su asociación con el optimismo, la esperanza y un futuro libre de violencia.

La iniciativa se enfoca no solo en la visibilización de la violencia, sino también en la necesidad de involucrar a toda la sociedad —hombres, mujeres, jóvenes y niños— en la lucha contra la violencia de género.

Cada 25 del mes, se invita a las personas a usar algo naranja como símbolo de apoyo a la causa, y a participar en eventos, charlas y actividades para concientizar sobre los derechos de las mujeres y la importancia de poner fin a la violencia.

La importancia de identificar las «red flags»

La moda de las banderas rojas ha llegado como una forma de luchar contras las actitudes tóxicas en las relaciones de pareja, en las amistades y en otros ámbitos de la vida. Simbólicamente el color rojo implica para nosotros de manera automática una señal de peligro o de riesgo.

Las red flags o «banderas rojas» son comportamientos o actitudes en una relación que indican posibles patrones de abuso o toxicidad. Estas señales no siempre son evidentes desde el principio, pero con el tiempo pueden escalar hasta convertirse en formas de maltrato físico, emocional, psicológico o sexual.

A continuación, algunas red flags comunes que no deben ser ignoradas:

Control excesivo

Si tu pareja quiere controlar cada aspecto de tu vida, como la ropa que usas, con quién hablas o dónde vas, es una señal de alerta. Este tipo de control puede parecer sutil al principio, pero con el tiempo puede volverse sofocante y violento.

Celos desmedidos

Los celos enfermizos o constantes acusaciones de infidelidad pueden ser un signo de inseguridad, pero también una forma de manipulación y control. Si tu pareja te acusa sin fundamento o constantemente necesita pruebas de tu fidelidad, es un claro indicador de una relación poco saludable.

Aislamiento

Un abusador a menudo intentará aislar a su pareja de amigos, familiares o cualquier tipo de red de apoyo. Esto facilita el control y evita que la víctima busque ayuda o se dé cuenta de la toxicidad de la relación.

Minimización de tus sentimientos

Descalificar o hacer menos tus emociones, diciendo frases como “estás exagerando” o “eres demasiado sensible”, es una táctica común para hacer que la víctima dude de su propia percepción y emociones.

Explosiones de ira o violencia verbal

Las conductas violentas, ya sean verbales, emocionales o físicas, son signos claros de una relación abusiva. Insultos, gritos o actitudes que buscan intimidar o hacerte sentir miedo son inaceptables.

Falta de responsabilidad por sus actos

Si una persona nunca asume la responsabilidad por sus comportamientos dañinos y siempre culpa a los demás o a las circunstancias externas, es una señal de que no tiene intención de cambiar y de que la relación puede volverse tóxica o abusiva.

Manipulación emocional

El uso de tácticas como el gaslighting (hacerte dudar de tu propia realidad), chantajes emocionales o hacerse la víctima constantemente son señales de una dinámica manipuladora en la relación.

La relación entre las red flags y la violencia de género

El identificar y actuar ante estas señales tempranas es crucial para prevenir la escalada de violencia en una relación. Muchas veces, las personas que han sido víctimas de violencia de género reconocen retrospectivamente estas señales en las primeras etapas de la relación, pero en el momento no les dieron la importancia necesaria.

De aquí surge la importancia de educar y empoderar a las personas para que puedan reconocer estas señales y buscar ayuda antes de que sea demasiado tarde.

El Día Naranja no solo es un recordatorio de la lucha para poner fin a la violencia contra las mujeres, sino también una oportunidad para educar sobre las dinámicas de poder y control que caracterizan las relaciones abusivas. Es vital entender que la violencia no siempre comienza de manera física; muchas veces empieza con pequeñas actitudes que se normalizan, pero que son banderas rojas de que algo está mal.

¿Qué hacer si identificas una red flag?

Si reconoces alguna de estas señales en tu relación o en la de alguien cercano, es importante tomar medidas. Habla con amigos, familiares o profesionales sobre lo que estás experimentando y busca ayuda. Existen muchas organizaciones y líneas de atención que pueden brindarte apoyo emocional y asesoramiento legal.

Recuerda que mereces una relación basada en el respeto, la confianza y el amor, sin temor ni control.

El Día Naranja nos recuerda que la violencia de género no es un problema lejano, sino una realidad que afecta a millones de mujeres y niñas alrededor del mundo. Estar alerta a las red flags en las relaciones es uno de los primeros pasos para prevenir y erradicar la violencia.

La prevención comienza con la educación y la toma de conciencia, y el Día Naranja es un llamado a actuar, a reflexionar y a apoyar a quienes más lo necesitan.

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Aline Paz
Me considero una mujer librepensadora, sin ganas de convencer a nadie, pero con ánimo de cuestionar. Licenciada en Filosofía por BUAP y Maestra en Alta Dirección e Inteligencia Estratégica. En el ámbito educativo participé en diversos congresos académicos como revisora y ponente; además, colaboré con edición y artículos en revistas universitarias y empresariales. Así como en revistas independientes, culturales y de cine. En el ámbito laboral me he desempeñado en el sector público, en un área que me gusta, dependencias de asistencia social, en los tres órganos de gobierno, en temas de planeación y evaluación. En Revista Única soy miembro fundador y colaboro en las secciones de Sexualidad, Travel, Cultura, Tecnología y, con especial convicción, en temas de Feminismo.

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