Cuestionar, observar, esgrimir o simplemente contemplar el entorno puede servir como punto de partida para desarrollar una idea, una reflexión o un trabajo de investigación que nos conduzca -como sociedad- a tener una mayor consciencia de los derechos y obligaciones de todas y de todos. Pero aquí, me encuentro con una primera reflexión: ¿quién o quiénes podrán desarrollar una consciencia plena de nuestros derechos, cuando en ocasiones ni siquiera somos capaces de auxiliar a nuestros más cercanos colaboradores o conocidos en esos derechos y obligaciones que pretendemos ejercer sin cortapisas?
Supongamos que ya hemos desarrollado esa consciencia plenamente, por tanto, tenemos una visión incluyente y comprometida en la que no cabe la indiferencia. Luego entonces, los variados esfuerzos para promover ese ente subjetivo llamado consciencia, parecen no permear del todo en la sociedad actual. Sobre todo, cuando observamos que desde las instituciones se manipula o se acotan esos derechos de las personas tanto en el ámbito público como privado.
Ejemplos existen muchos, desde el personal subrogado que hace labores de limpieza en el Congreso de la Unión, pasando por empresas transnacionales que pagan el mínimo a empleados que trabajan parados en una caja hasta 8 horas, o aquellas empresas coreanas que no tienen baños con tazas para que sus trabajadores no se tarden cuando hacen sus necesidades fisiológicas.
Pero hoy quiero abordar la situación que viven los trabajadores al servicio de los poderes del estado y organismos descentralizados, quienes recientemente recibieron un incremento del 4 por ciento directo al salario después de dos años de no tener ese beneficio como la mayoría de los sindicatos que recibieron al menos el 8 por ciento, algunos como Audi, recibieron el 10.2 por ciento.
Resulta que el concepto de despensa cuya clave era la número 38 en el talón de pago, lo sacaron de aquí para pagarlo a través de un monedero electrónico que funcionará por medio de una empresa privada, ya que es una tarjeta con microchip que no está asociada a una entidad bancaria, sino a empresas o aplicaciones que gestionan el saldo. Esta prestación quincenal, no fue incluida en la quincena pasada, al menos no viene en el recibo.
Lo anterior ha generado inquietud entre los trabajadores quienes tienen temor de que esa prestación se pierda al separarla del recibo de pago de nómina -cada quincena- y que ahora se vean obligados a usar otro plástico para tener ese beneficio y que a futuro pueda anularse esa prestación.
Ante la situación, el Sindicato explicó -para tranquilidad de los trabajadores que esta prestación quedará asentada en las condiciones generales de trabajo, pero lo cierto es que se ha generado una serie de especulaciones que esperemos sólo quede en eso y que la nueva mecánica que se implementará funcione en forma óptima.
