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Datos interesantes de Antoine de Saint-Exupéry

La vida del piloto y escritor francés Antoine de Saint-Exupéry.

Hoy en Revista Única en el aniversario 76 de su fallecimiento recordamos al escritor francés Antoine de Saint-Exupéry cuya obra más famosa fue El Principito. Te damos a conocer algunas curiosidades de su vida.

Antoine nació un 29 de junio de 1900 en Lyon, Francia, en el seno de una familia aristocrática.

Fue el tercero de cinco hijos del conde Jean de Saint-Exupéry, fueron tres hermanas y un hermano.

El escritor era un niño inventivo, realizaba experimentos en la bañera, colocaba alas en su bicicleta y escribía poesía sobre su hogar, cuatro hermanos y su madre.

La muerte lo marcó profundamente en su juventud, ya que en 1904 murió su padre Jean y su hermano Francois quien falleció a los 15 años de fiebre reumática en 1917 y Antoine lo acompañó en el lecho de muerte. Suceso que lo impresionó de tal manera que posteriormente lo plasmaría en el final de El Principito.

Durante una entrevista que le realizó en 1941 con Harper’s Bazaar, Saint-Exupéry reveló que el primer libro que amaba era una colección de cuentos de hadas de Hans Christian Andersen.

Estudió Arquitectura en la Escuela de Bellas Artes de Francia, aunque nunca terminó la carrera. Tiempo después se volvió implacable en su búsqueda de convertirse en piloto.

Por fin consiguió trabajo entregando correo aéreo con Aéropostale (aviones no muy funcionales) en África del Norte y América del Sur.

La ruta que solía volar era Toulouse – Dakar. En varias ocasiones, el piloto debió negociar con fuerzas marroquíes que habían tomado a aviadores caídos como prisioneros. Gracias a esta labor, el gobierno francés le condecoró con la medalla de la Legión de Honor.

Saint-Exupéry era un «volador distraído». La gente decía que encontraba trozos de papel en la cabina y que en ocasiones se negaba a aterrizar hasta que terminara la novela que leía en ese momento.

Durante su tiempo en que trabajo en Aéropostale, Antoine publicó su primer texto, un cuento llamado L’Aviateur, (El Aviador) que fue publicada el 1 de abril de 1926.

Inició su carrera como escritor el año que fue enviado a Argentina. Su primer novela corta se tituló «El Aviador» fue publicada en una revista literaria.

Saint-Exupéry fue un reconocido piloto, pionero de la aviación moderna. Antes de la Segunda Guerra Mundial, trabajó para el correo postal francés (1926) en vuelos internacionales. Solía usar aeronaves con pocos instrumentos de navegación, aduciendo que quienes usaban aviones más avanzados eran más parecidos a los contadores que a los pilotos.

Antoine vivió un tiempo en Argentina. En 1929, fue nombrado director de una aerolínea postal en ese país. Su trabajo fue encontrar nuevas rutas aéreas a través de América del Sur y negociar tratados comerciales. De vez en cuando, formaba parte de misiones de rescate para encontrar pilotos caídos.

En 1929 publicó su primer libro, que fue una novela llamada Southern Mail, (Correo sur) que estuvo inspirada en sus experiencias como piloto.

Alcanzó el reconocimiento público en 1931, cuando escribió «Vuelo nocturno», una obra en la que plasmó sus experiencia como piloto y directo de la aerolínea argentina. Con esa novela ganó el Prix Femina, un afamado galardón literario en Francia.

En 1931, Saint-Exupéry se casó con la escritora y artista salvadoreña Consuelo Suncin. Entabló con ella una relación tormentosa, separándose y reuniéndose a través de los años. Consuelo es considerada la musa del escritor francés.

Durante su vida, el piloto francés se estrelló en numerosas ocasiones. La más conocida es la del 30 de diciembre de 1935, cuando cayó en el desierto del Sahara. Esa vez, Antoine competía en una carrera en una ruta París – Saigón (hoy, la ciudad de Ho Chi Minh en Vietnam). Él y el mecánico aviador André Prévot sobrevivieron milagrosamente a la colisión, pero se quedaron rápidamente sin agua. Sus suministros les duraron sólo un par de días; debido al intenso calor del desierto, sufrieron alucinaciones y estuvieron al borde de la muerte. Fueron rescatados por un beduino al cuarto día de su desventura.

Se dice que este accidente en el desierto de Libia fue la inspiración para escribir El Principito, además de la tormentosa relación con su esposa.

Se dice que el choque en el Sahara sirvió como inspiración para «Tierra de Hombres», un libro biográfico publicado en febrero de 1939. El libro recibió aplausos de la crítica y ganó varios premios. Fue traducido al español y al inglés; curiosamente, la versión para Estados Unidos fue modificada por el autor, quien consideró que algunas parte del libro original eran «inapropiadas» para los lectores norteamericanos. El episodio del desierto también aparece como punto de partida de «El Principito».

Al estallar la Segunda Guerra Mundial, Saint-Exupéry comenzó a volar misiones de reconocimiento «casi suicidas» hasta la caída de Francia.

El piloto francés publicó Flight to Arras (Piloto de guerra) en febrero de 1942, un relato de la caída de Francia durante la guerra. Se convirtió en el título editorial más rápido de su editor Reynal & Hitchcock en la historia.

En el año de 1942, Consuelo alquiló una mansión llamada Bevin House en Long Island para animar a su esposo. Gran parte del Principito se escribió en esta casa.

El Principito hace seis paradas antes de llegar a la tierra, donde se encuentra con un borracho, un rey egomaníaco, un hombre muy vanidoso, un hombre de negocios ocupado, un farolero miserable y un geógrafo de sillón.

Cuando la gente le preguntó de dónde había venido este pequeño personaje, Saint-Exupéry dijo: ‘Un día miré una hoja de papel en blanco y una figura me miró y dijo’ Soy el principito ‘.

El Principito se publicó en inglés y francés en Estados Unidos y Canadá el 6 de abril de 1943. No se publicó en la Francia natal de Saint-Exupéry hasta después de la guerra.

El Principito solo pasó una o dos semanas en la lista de los más vendidos del New York Times cuando se publicó por primera vez. Sin embargo, creó una sensación. Para el otoño de 1943, había vendido 30 mil copias en inglés y siete mil en francés.

El libro está dedicado a «Leon Werth, cuando era un niño». Werth fue un crítico de arte judío francés, ensayista y amigo cercano de Saint-Exupéry.

Antes de abandonar los Estados Unidos para unirse a la guerra, de la cual no regresaría, Saint-Exupéry visitó a su amiga, la periodista estadounidense Silvia Hamilton Reinhardt. Le entregó su manuscrito de El Principito y dijo: «Me gustaría tener algo espléndido para que me recuerdes, pero esto es todo lo que tengo».

Su obra más importante, «El Principito», fue publicada en 1943. Aunque se trata de un libro infantil, la crítica lo ha considerado un trabajo sobre la naturaleza humana. Se disputa el título de la obra literaria más vendida de la historia junto con «Historia de Dos Ciudades» de Charles Dickens (más de 200 millones de ejemplares vendidos cada uno). Es considerado el mejor libro francés del siglo XX y ha sido traducido a más de 250 idiomas y dialectos.

«El Principito» fue escrito durante la estancia de 27 meses de Saint-Exupéry en Estados Unidos. El autor pasó una temporada en ese país tras la Batalla de Francia en 1940, en la cual el gobierno francés fue depuesto por las fuerzas alemanas. Durante estos sucesos, el autor realizó más de la mitad de los apuntes que conformarían el libro.

Más allá del episodio del Sahara -con el cual da inicio el libro-, los críticos han encontrado muchos simbolismos de la vida de Saint-Exupéry en «El Principito»:

El Piloto, personaje principal del relato, obviamente está basado en el escritor.

El Zorro, quien acompaña al Principito en su viaje, está inspirado en un fénec (o zorro del desierto). El autor conoció este animal cuando trabajaba como piloto postal en vuelos por el norte de África.

La Rosa, el objeto más preciado del Principito, está inspirada en su esposa Consuelo. El planeta donde se encuentra la Rosa está rodeado por tres volcanes; este lugar representa a El Salvador, país natal de Consuelo, conocido como «la tierra de los volcanes». Así mismo, el autor revela sus dudas sobre la naturaleza del matrimonio y la fidelidad en el pasaje en que descubre un campo de rosas en su visita a la Tierra.

El Principito podría estar basado en una versión más joven de Saint-Exupéry, aunque algunas personas creen que fue inspirado en el hijo del aviador Charles Lindbergh, quien vivía cerca del piloto francés y con quien entabló una buena relación.

Los Baobabs, árboles que destrozan planetas con sus raíces, simbolizan al nazismo y sus intentos por dominar al mundo.

Las ilustraciones de «El Principito» fueron realizadas por Saint-Exupéry. Antes de volverse piloto, Antoine estudió Arquitectura en la Escuela de Bellas Artes de Francia, aunque nunca terminó la carrera. El autor nunca se consideró bueno en el dibujo, algo de lo que se burla El Piloto al inicio de la obra.

El investigador japonés Yoshitsugu Kunugiyama sugirió en 2001 que la ilustración de la portada original de «El Principito» fue elaborada por el autor con una configuración astronómica deliberada. En la imagen, Saint-Exupéry trazó en un triángulo isósceles a los planetas Saturno y Júpiter, y la estrella Aldebarán. Esa formación estelar ocurrió a inicios de los años 1940 y se repitió en el año 2000. Kunugiyama cree que Saint-Exupéry dibujó esa disposición adrede para conmemorar el centenario de su nacimiento, ya que el piloto francés era un experto en navegación y en matemáticas.

La astronomía le ha rendido varios homenajes a «El Principito»:

Un asteroide descubierto en 1975 fue nombrado 2578 Saint-Exupéry, en honor al escritor.

Un asteroide descubierto en 1993 fue nombrado 46610 Bésixdouze. Traducido al español, sería B-seis-doce, en honor al asteroide B-612, donde vivía el Principito.

La Fundación B612 (cuyo nombre es una referencia al libro) se encarga de rastrear asteroides que puedan significar una amenaza a la Tierra.

En 2003, la luna de un asteroide recibió el nombre de Petit-Prince, en honor al libro.

Antes de la adopción del euro en Francia, el gobierno de dicho país acuñó una moneda conmemorativa. De un lado aparecía el rostro de Saint-Exupéry; del otro, la imagen del Principito mirando hacia las estrellas. Su rostro también apareció en los billetes de 50 francos.

Tras escribir «El Principito», Saint-Exupéry volvió a la Fuerza Aérea de Francia para volar con los aliados. En 1943 intentó reingresar a labores de combate, a pesar de que había pasado el límite de edad por 8 años. Dwight Eisenhower le concedió un permiso especial; sin embargo, las lesiones ocasionadas por sus choques anteriores evitaron que pudiera desempeñar esas tareas, al grado de no poderse poner por sí mismo su traje de vuelo.

El Régimen de Vichy (como se conoció al gobierno impuesto por Alemania en Francia durante la guerra) nombró a Saint-Exupéry como uno de sus miembros. El anuncio sorprendió al escritor, quien desconocía el interés de dicho gobierno. A raíz de la declaración, el general Charles de Gaulle -posteriormente, presidente de Francia- acusó al autor de simpatizar con los alemanes. Esto deterioró la moral de Saint-Exupéry, quien se refugió en la bebida tras los señalamientos.

Saint-Exupéry desapareció el 31 de julio de 1944 durante una misión de reconocimiento. Nunca se supo el paradero del piloto. Varios días después, un cuerpo con un traje de la Fuerza Aérea de Francia fue hallado al sur de Marsella. Se presumió que era del escritor y se enterró en septiembre. Durante más de 50 años, la muerte de Saint-Exupéry fue uno de los grandes misterios del mundo literario.

En septiembre de 1998, un pescador francés halló un brazalete de plata con los nombre de Saint-Exupéry y su esposa Consuelo, lo que reavivó el interés. En mayo de 2000, un buzo encontró restos de un P-38 Lightning -el avión que usó el escritor el día que desapareció- esparcidos por la costa de Marsella. Fue hasta 2003 que los restos pudieron ser recuperados, y tras un análisis, autenticados como la nave de Saint-Exupéry. Sobre el cuerpo hallado en 1944, se mantiene la teoría de que pudo haber sido arrastrado por el mar hasta el punto donde se encontró, aunque esta hipótesis no ha podido ser confirmada.

«El Principito» legó varias frases célebres a la cultura popular. La más reconocida es «No se ve bien sino con el corazón, lo esencial es invisible a los ojos»; otras citas destacadas son:

Todas las personas mayores fueron al principio niños, aunque pocas de ellas lo recuerdan.

Fue el tiempo que pasaste con tu rosa lo que la hizo tan importante.

No era más que un zorro semejante a cien mil otros. Pero yo le hice mi amigo y ahora es único en el mundo.

Para los vanidosos todos los demás hombres son admiradores.

Los hombres ocupan muy poco lugar sobre la Tierra. Las personas mayores no les creerán, seguramente, pues siempre se imaginan que ocupan mucho sitio.

Cuando el misterio es demasiado impresionante, es imposible desobedecer.

Me pregunto si las estrellas se iluminan con el fin de que algún día, cada uno pueda encontrar la suya.

Caminando en línea recta no puede uno llegar muy lejos.

Lo que hace bello al desierto es que en algún lugar esconde un pozo.

Tendré que soportar dos o tres orugas si quiero conocer a las mariposas.

Es mucho más difícil juzgarse uno mismo que juzgar a los demás. Si logras juzgarte correctamente serás un verdadero sabio.

EL MISTERIO DE SU MUERTE. El 31 de julio de 1944, Saint-Exupéry partió de la isla de Córcega en su décima misión de reconocimiento, a bordo de un Lockheed P-38 Lightning y nunca regresó. El misterio de su muerte, ya sea que fue derribado, que sufrió una falla mecánica o que murió por suicidio, hasta hoy es un misterio sin resolver.

Las obras escritas por Antoine Saint-Exupéry:

1926: El aviador.
1928: Correo del Sur.
1931: Vuelo nocturno.
1939: Tierra de hombres.
1942: Piloto de guerra.
1943: El principito.
1944: Carta a un rehén.
1948: Ciudadela.
1953: Carnets.
Un sentido a la vida.
Cartas de juventud.
Cartas a su madre.

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Alejandra Delgadillo
Egresada de la licenciatura de Ciencias de la Comunicación por la UPAEP. Colaboradora en El Sol de Tlaxcala. Reportera de Noticias en Grupo Acir Puebla, donde tenía a mi cargo las fuentes de Salud, Instituciones Asistenciales, Iglesias, Agrarias, Ecología y Empresariales. Participé en el área de prensa de la Delegación del ISSSTE Puebla. Las secciones que escribo son: Vida Sana, Cábalas y Tradiciones, Mamás y Algo Más, Feminismo Hoy, Salud, Economía, Ciudad y Seguridad, en Revista Única. Además, soy colaboradora del programa de radio Cinco Mujeres en Cinco Radio. Coautora del libro “Crónicas de Puebla, 50 años”.

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