¿Para qué sirve y qué es el índice de estilo de vida saludable? Los expertos comparten todo sobre este tema
A pesar de que conocemos que los comportamientos de un estilo de vida poco saludable están relacionados con un mayor riesgo de enfermedades crónicas y poder morir; no siempre esto fue de esta manera.
Y es que los primeros estudios para medir la relación de forma estandarizada se centraron en tres partes: seguir con la alimentación mediterránea, los años que tienes con el hábito de fumar y el índice de masa corporal.
Así que a lo largo de este siglo los especialistas trabajan en estos índices para conocer más sobre el estilo de vida saludable.
La búsqueda del índice ideal
Se sabe que en mayo de este año, un grupo encabezado por la científica iraní Elaheh Dehghani, de la Universidad de Ciencias Médicas de Teherán, eligió cinco herramientas:
El cuestionario de estilos de vida saludables. En este se lleva una dieta equilibrada, donde se respetan los horarios de comida, la disminución en el consumo de tabaco y alcohol, el mejorar los hábitos de descanso y el incremento de la actividad física.
Índice de estilo de vida de los adolescentes. Se basa en el consumo de agua, la actividad física, la protección solar, además de las relaciones sociales, la búsqueda del aire limpio, los hábitos alimenticios, los comportamientos de riesgo y los hábitos de ocio.
Otro es el índice de estilo de vida vegetariano. Aquí se requiere evaluar los siguientes ingredientes de la dieta: granos enteros, legumbres, soja, sustitutos de la carne, verduras, frutas, nueces y semillas, agua y fuentes de vitamina B-12. Se debe realizar actividad física.
Un cuestionario de estilo de vida saludable para supervivientes de cáncer de mama. Encontramos en este punto los hábitos dietéticos, entorno, como puede la exposición a contaminantes, la fisiología, conducta responsable con la propia salud, manejo del estrés, relaciones sociales y crecimiento espiritual.
Y el índice de estilo de vida saludable. Debes tomar en cuenta los cinco parámetros: tabaquismo, actividad física, dieta, consumo de alcohol y duración del sueño.
Así que todos estos instrumentos, el que más destaca la última esto por que se puede aplicar y por que fue evaluado en múltiples estudios en diferentes tipos de población.
Este demostró ser de utilidad en la investigación y también en la práctica clínica a fin de verificar y mejorar los hábitos.
Por lo que uno de los primeros intentos de aplicarlo es del año 2001. Un año en que los investigadores Andrew Steptoe y Jane Wardle, ambos se encontraban en le departamento de Epidemiología y Salud Pública de la University Collage London y cambiaron el concepto de «factor» por «comportamiento».
Los especialistas pudieron determinar once conductas de salud para siete actividades: Ejercicio regular, consumo de alcohol, incluir la grasa en la dieta, consumo de fibra, agregar sal en la comida, emplea el cinturón de seguridad y uso de protección solar.
Dichos comportamientos fueron usados a fin de evaluar el estilo de vida de los participantes, variando desde el valor 0, ninguna conducta saludable, hasta el 11, todos los comportamientos saludables.
Lo avala la OMS
En el mes de julio basados en la Investigación Prospectiva Europea sobre el Cáncer y Nutrición (EPIC, por sus siglas en inglés), la Organización Mundial de la Salud (OMS) dio conocer un documento en que se explica que el índice de estilo de vida saludable es capaz de medir el riesgo de diabetes tipo 2, enfermedades cardiovasculares, cáncer y mortalidad prematura.
Por este motivo el índice es más personalizado y puede ofrecer una evaluación más precisa para cada tipo de dolencia.
Además los autores del informe realizaron un comparativo de distintos parámetros, tales como la razón de riesgo, medida que compara el riesgo de una enfermedad entre dos grupos; el índice C de Harrell, lo que verifica la capacidad de un modelo para predecir de forma idónea los resultados.
Las fracciones que son atribuidas a la población, la proporción de casos de una enfermedad que podrían evitarse si se eliminará un factor de riesgo específico.
Estar atentos a los resultados
Así que los resultados reflejan que el alto valor de este índice se asocia con un menor riesgo de diabetes tipo 2, enfermedades cardiovasculares, cáncer y mortalidad prematura. Así que se valoran los siguientes parámetros:
El tabaquismo. Existen tres posibilidades: la persona analizada nunca ha fumado, actualmente fuma o es exfumador.
Actividad física. Activo, moderadamente activo o inactivo.
El índice de masa corporal.
La alimentación. La puntuación está basada en la adherencia a la dieta mediterránea.
Calidad de sueño. Se le considera un factor clave para evaluar la relación entre el estilo de vida y los resultados de salud.
El estudio indica que el índice de estilo de vida saludable es importante a fin de valorar el impacto combinado de múltiples comportamientos, debería usar tres estrategias:
Promoción de hábitos saludables: no fumar, moderar el consumo de alcohol, contar con una dieta equilibrada, realizar una actividad física regular y mantener un peso corporal adecuado.
La implantación de políticas de salud pública: Por esto los resultados pueden guiar a la formulación de recomendaciones más precisas y específicas para prevenir enfermedades crónicas.
La evaluación personal: Cualquier persona y los profesionales de la salud pueden usar el índice como herramienta a fin de evaluar y mejorar los hábitos de vida de las personas.
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