Ballena jorobada traga a Adrián Simancas, un joven venezolano mientras navegaba en packraft en el Estrecho de Magallanes, todo quedó captada en video.
Se hizo real la historia de Pinocho al quedar grabado como una ballena se traga a una persona.
La ballena jorobada han fascinado a la humanidad durante siglos con su imponente tamaño, sus saltos espectaculares y sus enigmáticos cantos.
Sin embargo, un viejo mito persiste en la cultura popular: ¿puede una ballena realmente tragarse a un ser humano? La ciencia nos ofrece una respuesta clara.
Las ballenas y el mito de los «monstruos marinos»
Desde los relatos bíblicos, como el de Jonás, hasta historias como la de Pinocho, las ballenas han sido retratadas como criaturas capaces de devorar personas enteras.
Pero la realidad es que, desde un punto de vista biológico, esto es altamente improbable.
Según Nicola Hodgins, de Whale and Dolphin Conservation, la garganta de una ballena jorobada tiene un diámetro aproximado de solo 38 centímetros, el tamaño de un puño humano.
Esto significa que, aunque un ser humano pueda terminar accidentalmente dentro de la boca de una ballena, no sería tragado.
Un caso famoso es el del buceador Michael Packard en Cape Cod, quien fue «tragado» por una y luego expulsado ileso.
El sorprendente caso en Chile
Recientemente, un incidente en Chile reavivó el debate.
Adrián Simancas, un joven venezolano que navegaba en packraft en el Estrecho de Magallanes, fue momentáneamente «atrapado» por una ballena jorobada.
El animal emergió repentinamente desde las profundidades y engulló temporalmente al joven y su bote. Sin embargo, tras unos segundos, lo escupió sin causarle ningún daño. «Pensé que me había comido«, relató Simancas.
Estos eventos, aunque raros, ocurren cuando las ballenas están alimentándose y accidentalmente atrapan algo más grande de lo esperado en su boca. Su fisonomía les impide ingerir objetos tan grandes, por lo que terminan expulsándolos.
¿Cómo se alimentan una ballena jorobada?
Las ballenas jorobadas pertenecen al suborden de los misticetos y se alimentan mediante un mecanismo de filtrado.
En lugar de dientes, poseen barbas hechas de queratina, similares al cabello humano.
Cuando se alimentan, abren su boca para capturar grandes cantidades de agua, que luego filtran para retener pequeños organismos como krill y peces. Su dieta no incluye presas grandes, lo que refuerza la imposibilidad de que ingieran un ser humano.
Las amenazas que enfrentan las ballenas
Más allá de estos curiosos encuentros con humanos, las ballenas jorobadas enfrentan amenazas reales que ponen en riesgo su supervivencia.
Aunque muchas especies han logrado recuperarse tras la caza comercial de ballenas, ahora enfrentan nuevos peligros como la contaminación, la pérdida de hábitat, las colisiones con barcos y las redes de pesca.
Además, el cambio climático está alterando sus patrones alimenticios, lo que podría afectar su capacidad de subsistencia a largo plazo.
Aunque la idea de ser tragado por una ballena puede ser un temor alimentado por mitos y leyendas, la ciencia nos confirma que es prácticamente imposible.
No obstante, la relación entre humanos y ballenas sigue evolucionando, y con ella la necesidad de proteger a estos gigantes del océano de las amenazas reales que que enfrentan en un mundo cambiante.
