El 26 de septiembre se conmemora el Día Mundial de Prevención del Embarazo no Planificado en Adolescentes.
A pesar que desde el año2000 se registró un descenso en el número de embarazos en adolescentes, hoy en día un 11% de los niños que llegan al mundo, lo hacen desde el vientre de niñas cuya edad oscila entre los 15 y 19 años.
La gran mayoría de estos casos ocurren en comunidades de muy bajo ingreso, trayendo como consecuencia en muchos de estos casos el deceso de la madre durante las labores de parto o el fallecimiento del bebé.
El INEGI revela hoy datos de los últimos años, donde señala que del total de adolescentes de 15 a 19 años, 16% reportaron un antecedente de embarazo; proporción que aumenta a 39% en adolescentes que no asisten a la escuela.
La mitad de las adolescentes que no tienen información no utilizaron protección en el primer encuentro sexual a diferencia del 18% de quienes sí asisten.
El embarazo adolescente, además de los riesgos físicos que conlleva, reduce oportunidades educativas en las mujeres, lo que a su vez genera condiciones precarias de empleo y salarios.
Por si fuera poco, esas jóvenes mujeres se exponen a sufrir violencia por parte de sus parejas y a ser vulnerables incluso con su propia familia y las obliga a tener una mayor dependencia en general.
El Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI) ofrece información estadística , que señala que alta tasa de embarazo adolescente coloca a México en primer lugar en ocurrencia de embarazos en mujeres de 15 a 19 años dentro de los países de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE)
En los dos últimos años la tasa promedio de 13.7 nacimientos por cada 1 000 mujeres de 15 a 19 años, aunque el Gobierno Federal implementó en el país la Estrategia Nacional para la Prevención del Embarazo en Adolescentes (ENAPEA) conformada para reducir esta problemática, a principio del siglo la tasa de embarazo adolescente era de 70.9 por cada 1 000 mujeres de 15 a 19 años; para 2011-2013 se incrementó a 77.0 nacimientos, y en el trienio 2015-2017 fue de 70.6 nacimientos, porcentaje que se mantiene en mismo rango.
El embarazo adolescente está condicionado a factores demográficos, socioeconómicos, psicológicos y de educación. En relación con lo educativo, se considera que la inasistencia escolar facilita que se den embarazos a temprana edad
La educación es una herramienta para reducir el embarazo a temprana edad, potencializa el sano desarrollo para un ejercicio pleno y responsable de la sexualidad, además de que fomenta el empoderamiento y el acceso a mejores oportunidades de vida.