Desastre nacional por la contracción del PIB en 18.9%
El gobierno de la 4T tiene frente a sí una realidad transformada en desastre. La pobreza laboral y la pérdida de empleos aumentaron durante los meses de pandemia como nunca. El crecimiento económico cayó de manera estrepitosa como resultado del cierre de empresas y el desempleo. Y aunque el gobierno federal ha recaudado más recursos fiscales en los últimos meses, los ingresos de PEMEX se redujeron considerablemente.
El Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (CONEVAL), con base en la Encuesta Telefónica de Ocupación y Empleo (ETOE) efectuada por el INEGI, presentó cifras relacionadas con la pobreza laboral en el contexto de la emergencia sanitaria, y aunque éstas no son comparables con la Encuesta Nacional de Ocupación y Empleo (EOE) del INEGI, los datos son una referencia sobre los cambios observados.
Así, el porcentaje de personas en pobreza laboral calculada a partir de la ETOE en abril y mayo de 2020 fue de 53.1% y 54.9%, respectivamente. Asimismo, el ingreso laboral se redujo 6.2%, al pasar de $1,516.93 en abril a $1,422.24 en mayo.
Respecto al empleo, éste se redujo 13.7% en el sector formal y 27.2% en el informal, entre el primer trimestre (ENOE) y mayo (ETOE) de 2020. En términos porcentuales, la mayor pérdida de empleos se concentra en los grupos de jóvenes y adultos mayores. Entre el primer trimestre (ENOE) y mayo 2020 (ETOE), el grupo de 15 a 29 años perdió aproximadamente el 25.0% de los empleos; en el grupo de 30 a 64 años, 18.9%; y, en el grupo de 65 y más, 30.2%.
En el caso de los trabajos registrados ante el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), los efectos de la pandemia de COVID-19 fueron responsables de que se perdieran un millón 113 mil 677 empleos formales en el primer semestre de este año.
Según datos preliminares del INEGI, la economía mexicana se contrajo -18.9% anual en el segundo trimestre del año, su peor descenso en nuestra historia, dato que sigue a la caída de -2.2% a tasa anual que la economía de México tuvo en los primeros tres meses de este año. Con ello, el dato negativo constituye la quinta contracción consecutiva.
Por actividades, las primarias (agricultura, ganadería, etc.) cayeron -0.3% de abril a junio, frente al mismo periodo de un año antes; las secundarias (industria) descendieron -26% y las terciarias (servicios) bajaron -15.6%.
Esta situación de desastre también se vive en los Estados Unidos, país en el que el PIB se redujo a un ritmo anualizado del 32.9% en el segundo trimestre en comparación con el trimestre anterior, la mayor cantidad en registros trimestrales que datan de 1947, según datos de la estimación inicial del Departamento de Comercio.
En cuanto a los ingresos petroleros, éstos se derrumbaron 41.3% en términos reales en el primer semestre de 2020 respecto de igual periodo del año pasado, lo que representa la peor caída para un periodo similar desde 1991, año en que iniciaron los registros, de acuerdo con datos de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP).
Con base en los informes sobre la Situación Económica, las Finanzas Públicas y la Deuda Pública al segundo trimestre de 2020, la SHCP indicó que los ingresos petroleros estuvieron 208 mil 810 millones de pesos por debajo de lo programado, es decir, para el primer semestre se preveían ingresos por 458 mil 605 millones de pesos, pero ingresaron 249 mil 794 millones de pesos.
Para el segundo semestre de 2020 y todo 2021 el gobierno federal deberá actuar con firmeza, tanto en el ámbito de la política laboral como en las inversiones productivas, a partir de la búsqueda de una mayor confianza en el país y en las decisiones gubernamentales.
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