Después de meses de trámites burocráticos y grillas políticas, finalmente, la jiraf «Benito», inició el viaje para Puebla.
Este esperado momento ha generado gran expectación entre los habitantes locales, quienes ansían conocer más detalles sobre el viaje de Benito y la nueva vida que le espera a este singular visitante.
Benito, durante su travesía, ha sido atendido con gran cuidado y comodidad. Se ha dispuesto una cama de alfalfa para que disfrute de un descanso placentero, y un tapete antiderrapante asegura su estabilidad durante el trayecto. Sin embargo, no todo ha sido tan fácil, ya que se informa que lleva consigo algunos bichos en su pancita, detalle que ha despertado la curiosidad de los amantes de la fauna.
Acerca de su salud
Además, se ha observado que la jirafa presenta lagrimeo en sus ojitos, detalle que ha generado preocupación entre quienes siguen de cerca su llegada. Especialistas en veterinaria están atentos para brindarle los cuidados necesarios y garantizar su bienestar durante el proceso de adaptación a su nuevo hogar.
Una de las anécdotas más destacadas de este viaje es el descubrimiento de la predilección de Benito por las manzanas. Al parecer, estas frutas se han convertido en el deleite del viajero.
Para garantizar la salud de la fauna local, Benito estará en cuarentena tras su llegada. Este período permitirá evaluar su estado de salud y asegurar que no haya riesgos para otros animales o personas.
Acerca del traslado
El traslado no será un asunto sencillo. Se ha dispuesto un dispositivo de seguridad impresionante que incluye la presencia de la policía local y la Guardia Nacional. Estas fuerzas del orden acompañarán a la jirafa en todo momento, garantizando un viaje seguro y sin contratiempos.
La nueva familia de Benito, estará compuesta por siete jirafas, ya espera ansiosa la llegada del nuevo miembro. Se espera que la integración sea un proceso gradual y armonioso, permitiendo que Benito se adapte rápidamente a su entorno y a la compañía de sus parientes.
La despedida en Ciudad Juárez fue emotiva, con numerosos ciudadanos asistiendo para brindarle un adiós lleno de buenos deseos. La presencia de la comunidad en este evento demuestra el interés y cariño que despierta este singular visitante.
Durante todo el trayecto, Benito ha sido monitoreado de cerca, incluso contando con micrófonos para captar cada detalle de su experiencia.
La travesía incluyó paradas estratégicas, como en Durango, donde se detuvieron tres veces durante la noche para asegurar el bienestar y la comodidad del viajero.
Seguimos informando sobre el avance del viaje.
Fotos: Christian Torres/ EL UNIVERSAL
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