En la Basílica Catedral de Puebla, la capilla de las Santas Reliquias, ubicada a un costado del altar mayor; así como la ofrenda en el llamado Altar del Perdón dedicada a los obispos y arzobispos, fueron abiertas para visita de fieles y turistas en el marco de las celebraciones de la temporada de muertos.
Al mismo tiempo, al arzobispo poblano, Víctor Sánchez Espinosa, encabezó la misa dominical de este 30 de octubre que fue dedicada al eterno descanso de los seres queridos que se adelantaron en el camino.
Ante la festividad del 1 de noviembre dedicada a Todos los Santos, la arquidiócesis de Puebla abrió desde este domingo 30 de octubre la Capilla de las Santas Reliquias para la visita y oración de los fieles y turistas.
Francisco Vázquez Ramírez, rector de la Basílica Catedral de Puebla, explicó que las reliquias de los santos mártires que se encuentran en la Capilla de las Santas Reliquias y en los altares de San José y de San Miguel pueden ser veneradas en la presente temporada.
La Capilla de las Reliquias aloja restos de algunos santos mártires, particularmente en la urna central, de origen filipino. En los bustos de yeso, elaborados por la academia de las Bellas Artes, se encuentran las reliquias de los santos: san Basilio, san Sotero Papa, san Cornelio, santa Catalina de Siena, san Irineo, entre otros. Bajo la mesa del altar está una escultura en cera de san Florencio, que contiene huesos de este santo.
En la misma capilla, se encuentra la talla en madera del Beato Juan de Palafox y Mendoza, obra del escultor e imaginero madrileño Antonio José Martínez Rodríguez y a la altura de su pecho tiene un relicario con un hueso del beato.
“Las reliquias en Catedral podrán ser visitadas hasta el 1 de noviembre, en los trayectos en los que no hay celebración religiosa. Las reliquias son objetos relacionados a algún santo y pueden ser de tres grados. El primer grado corresponde a un fragmento de su cuerpo; el segundo grado a un fragmento de su ropa o de algo que el santo usaba durante su vida como rosarios, libros, crucifijo. Y el tercer grado corresponde a cualquier objeto que ha sido tocado a una reliquia de primer grado o a la tumba de un santo”, destacó.