Las fantasías sexuales son representaciones que hacemos en nuestra mente con temática sexual. Lo creas o no, las fantasías se pueden producir también de manera involuntaria y son mucho más comunes de lo que todo el mundo piensa.
Aun así, la mayor parte de las personas prefiere guardar sus fantasías para su propia intimidad, bien sea por presión social o por un tema de moralidad. Fantasear mejora nuestra vida sexual, y nos puede ayudar a darle un toque nuevo a la relación.
Para fantasear solo tienes que dejar volar tu imaginación y trasladarte a otras realidades. Fantaseando puedes llegar a vivir experiencias de todo tipo tremendamente placenteras.
Eso sí, de momento solo en tu mente. En el plano sexual las fantasías te permiten dejarte llevar por tus pensamientos eróticos y entrelazar la mente, el cuerpo y las emociones.
Sí, las mujeres tienen fantasías íntimas y de hecho son tan recurrentes como en hombres solo que ellas prefieren guardárselas por cuestiones morales y sociales.
Tanto hombres como mujeres fantasean con la misma frecuencia, pero a la hora de profundizar en el contenido, ellas se recrean mucho más: suelen adornar lo que están imaginando de forma mucho más detallista, más visual y por lo tanto mucho más intensa. Suena a tópico pero así es, ellos van mucho más al grano.
Sin embargo, a la hora de explicar lo que pasa por su mente, son ellos los que tienen menos pudor para compartir sus fantasías con el resto.
Las mujeres comienzan a fantasear ya desde la infancia. Las primeras fantasías suelen ser ideas más románticas y sensuales, pero con el paso del tiempo y el desarrollo sexual estas fantasías van evolucionando hacia ideas más sexualizadas.
La experiencia te da más contexto para fantasear. Pero también influyen las relaciones que vives, la cultura y toda la información que vas adquiriendo con respecto a la sexualidad con el paso de los años.
Es por eso que te recomendamos ir llenando el cajón de las fantasías con todo aquello que te estimule. Busca fuentes de inspiración (libros, música, películas, experiencias vividas) que coloquen tus sentidos en el camino de lo erótico.
Tener fantasías es algo completamente normal, natural y muy sano desde el punto de vista psicológico.
Fantasear sirve para desconectar la mente de los problemas del día a día, es una vía de escape que nos ayuda a contrarrestar el estrés. Además, si lo piensas, las fantasías pueden aumentar el deseo sexual y con ello la excitación. ¡Todo son ventajas!
Beneficios de tener fantasías (y de compartirlas)
Fantasear te sienta bien. Puedes vivir experiencias que de otra forma no serían posibles, pero que desarrollándose en tu mente pueden reportarte el mismo placer. Si lo piensas las fantasías pueden ser como un discreto modo de excitación privada, tan íntimo que puedes recurrir a él siempre que tú quieras y sin que nadie más se dé cuenta.
Si a eso le sumas que puedes comunicar todo lo que pasa por tu mente a alguien que te interese o que te haga compañía durante los juegos sexuales. Es una forma de poner en previo aviso sobre aquello que anhelamos o que nos gustaría probar. Quizá las siguientes ventajas te animen un poco más:
Todo está en la mente. La capacidad de fantasear va a influir directamente en el incremento de tu libido y el deseo. Solo hay que saber qué teclas tocar para aprovechar todo ese potencial.
Mejora tu autoestima. En tu mente puedes centrarte en los detalles que te resulten más estimulantes, evitando las autocríticas y todo lo malo. No tienes que dar la talla ni vas a ser juzgada. Son de gran ayuda como ensayo general para futuros encuentros.
Las fantasías están hechas a tu medida, tú tienes el poder y puedes modificarlas y adaptarlas a tus gustos como quieras. Eres quien dirige tu propia película para adultos. Y puedes tener a todos los artistas invitados que quieras en ella.
Es muy fácil y todo el mundo puede hacerlo, en cualquier momento, en cualquier lugar. Ahora mismo si quisieras.
Con la práctica conseguirás que fantasear sea mucho más sencillo, y mejorará también tu placer y tu respuesta sexual.
¡Compártelo! Si es algo realizable y que quieres introducir en tu vida sexual ¿por qué no probarlo? No te cortes a la hora de explicar lo que pasa por tu mente, puede ayudar a que tu pareja te comprenda mejor en el ámbito sexual y te abrirás puertas a otras sensaciones.
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