Hoy en día el papel de los abuelos se ha visto incrementado en los hogares, pues son ellos quienes resguardan a sus nietos ante la necesidad de trabajar de ambos padres, por lo que se convierten en un pilar fundamental para la educación de las nietas y nietos, ya que aparte de cuidar su integridad física les transmiten sabiduría, experiencia, tranquilidad, cariño y consejos.
Hemos oído la frase que dice “no se nace sabiendo ser padres”, pero tampoco se nace sabiendo ser abuelos, entonces ¿qué pasa con las abuelas o abuelos primerizos? Muchos de ellos viven la llegada del primer nieto con una gran ilusión, hace tiempo que sus hijos ‘volaron ya del nido’, por lo que un bebé supone un acontecimiento que les llena de alegría, emociones renovadas y los padres confían en la experiencia de ellos para hacerse cargo de la nieta o nieto recién llegado. Sin embargo, los abuelos también han de aprender a ser abuelos.
Quizás estos pequeños consejos puedan ayudar a ser el mejor abuelo o abuela para el nieto o nieta:
- No interferir demasiado ni intentar imponer su opinión a costa de todo, la última decisión respecto a los niños la tienen los padres.
- Intentar respetar los horarios o la forma de actuar de los padres respecto al bebé si lo están cuidando. Por ejemplo, si piden que duerma una siesta después de comer, no dormirlo antes porque se crea que sea mejor. Es preferible adaptarse en la medida de lo posible a los intereses de los padres.
- No hacer visitas constantes y largas porque los padres también necesitan tener su espacio con los niños, de la misma manera es un error no ir nunca ‘por no molestar’.
- Transmitir los valores familiares y mantener el vínculo entre generaciones contándoles las historias de la familia.
Hay que dejar para los padres la educación y la disciplina de las nietas y nietos; los abuelos que se dediquen a disfrutar de ellos con juegos, porque verlos felices y contemplándolos mientras les cuentan cuentos o recuerdos de la familia, así como «batallitas de sus padres» les refuerzan su origen familiar, su autoestima, pero sobre todo les enseñan que es posible vivir en “una sociedad sin prisas” en algún momento bonito de la vida.
Los abuelos son fuente de apoyo y de gestión en muchas acciones del día a día, pero sobre todo de soporte emocional para enseñarles a los nietos a vivir y disfrutar de la vida desde otra perspectiva de la puramente consumista, materialista e utilitarista.
Alguien dijo que sabrás si has educado bien a tus hijos cuando te sientas orgulloso de lo bien educados que están tus nietos.
