La oferta de juguetes sexuales se hace a través de una aplicación que te los lleva a domicilio. Está app está disponible en Ecuador.
Mientras buscaba algo para almorzar en una de las aplicaciones que uso para solicitar comida a domicilio, encontré una categoría denominada Pop Life, misma que te despliega una lista con juguetes sexuales.
En esta categoría, que por cierto está bien escondida de las demás opciones de farmacia, pedidos varios, restaurantes, etcétera, hay vibradores de todas las formas y tamaños.
Entre la oferta están vibradores conejo recargables, estimuladores, anillo vibrador, consoladores con testículos, así como kits con varias extensiones para empezar con los juegos sexuales, esposas y hasta un columpio erótico.
También se pensó en ofrecer lubricantes de todos los tamaños y de varias marcas. Los condones no pueden faltar y tampoco las muñecas inflables realistas.
Respecto a los precios, en cuanto a los vibradores van desde los $15 hasta $45, en consoladores desde $20 hasta los $110 y en muñecas inflables hasta $160.
El negocio de las aplicaciones digitales ha escalado todas las oportunidades y pues queda evidenciado que la de los placeres, tanto para hombres y mujeres, no está fuera de su negocio.
Para Isabel E., esto no es nada novedoso en otros países. «De hecho ni siquiera necesitan el anonimato, hay tiendas del tamaño de supermercado donde puedes poner a volar a tu imaginación. Lastimosamente en países -como el nuestro- donde se escandalizan si hablamos de sexo y placer, hay que comprar estos juguetillos de forma calladita».
«Me parece descabellado porque no estamos haciendo nada de malo. Los que ganan acá son estos negocios e-commerce enfocados en el mercado del sexo. Y claro yo estaba con mi pareja una noche de copas y decidimos experimentar, pues nos topamos con esta maravilla. Por primera vez probamos un anillo vibrador».
Llegaron a dejarnos a la puerta del edificio como haber pedido una hamburguesa. Me pareció chévere esta experiencia en complicidad de la persona con quien comparto mi intimidad.
Dijo una compradora que lo probó con esta aplicación.
Según Josymar R., una de las empleadas que cumple con la distribución de los pedidos que se hacen en la reconocida app, los universitarios son quienes tienen más curiosidad en probar. Cuenta que ha llegado incluso hasta los centros de estudio para la entrega. «Lo que más han solicitado son los vibradores y consoladores», cuenta.