Plácido Domingo, una de las voces míticas en la historia de la ópera y una figura estrechamente vinculada a México -su sobrino murió en el temblor de la Ciudad de México de 1985- fue denunciado por nueve mujeres de supuesto acoso sexual.
La mayoría de las acusaciones públicas son anónimas, salvo el caso de la mezzo-soprano Patricia Wulf, que confirmó la supuesta actuación vejatoria y ventajista del que quizá sea la voz masculina española más importante en la historia del género lírico. El acusado se limitó responder argumentando que los hechos por los que se le señalan son “inexactos” y que lamenta “oír que he podido molestar a alguien”.
La agencia de prensa Associated Press publicó la mañana del martes una noticia en la que se advertía que nueve mujeres habían confirmado que el mítico tenor español había utilizado su situación de privilegio y de poder para forzarlas a tener relaciones sexuales con él a cambio de ayudarles en su entonces joven carrera. En el caso de las que accedían a sus proposiciones recibían a cambia un impulso a sus carreras, ya sea con contactos profesionales o con papeles que el propio Domingo les ayudaba a conseguir. Las que se negaban recibían, siempre según las denuncias, un castigo severo: una campaña en su contra por parte del tenor español, que en el caso del mundo de la ópera podría significar su muerte artística, dada la inmensa influencia e impronta que tuvo y todavía tiene en los teatros más importantes del mundo.
Los hechos denunciados se remontan a la década de los ochenta del siglo pasado, pero supuestamente son denuncias que se mantuvieron en el tiempo hasta tres décadas. Es decir, que durante más de 30 años Plácido Domingo, quizá el tenor español que más hizo por popularizar la ópera y convertir algunas de sus arias más famosas en populares, utilizó su situación de privilegio y poder para conseguir a cambio favores sexuales.
Plácido Domingo, que actualmente tiene 78 años, pero sigue teniendo un cartel de prestigio en algunos de los grandes teatros del mundo, como el Metropolitan de Nueva York, la Scala de Milan, el Teatro Real de Madrid o el Líceo de Barcelona. Y tiene además el cargo de director de la Ópera de Los Ángeles.
Según la agencia estadunidense que firma la noticia, la denuncia la hicieron a sus reportajes ocho cantantes y una bailarina, de las que solo una lo hizo públicamente. Si bien en el mundo de la ópera, al menos en España y Europa, es lo que llaman un “secreto a voces” la fama del tenor español por su tendencia a seducir a las mujeres que se encuentra a su paso y que las encuentra atractivas. Así lo han comprobado no sólo las cantantes y artistas que comparten cartel con su nombre sino también periodistas que acudían a entrevistarlo o figuras relacionadas con el mundo del espectáculo.
En las denuncias no se dice explícitamente que hubo algún tipo de abuso sexual o trato vejatorio y forzado. En algunos casos se habla de que “metió la mano debajo de la falda”, “me intentó besar en el camerino”, “me puso las manos en la rodilla” o que sencillamente “siempre te estaba tocando de alguna forma, siempre besándote”.
Además de las ocho denuncias anónimas y la pública de la mezzo-soprano Wulf, la agencia además habla de otras doce mujeres que denuncian, también de forma anónima, que Domingo les hizo proposiciones incómodas para que tuvieran relaciones sexuales con él. Por otro lado, se recoge el testimonio de otros personajes que han trabajado en producciones en las que participó el tenor -como tramoyistas, regidores o iluminadores- que confirman la supuesta actuación abusiva del tenor.
A pesar de que los periodistas que firman la información le ofrecieron al tenor español a responder a una serie de preguntas especificas sobre los casos que se denunciaban, éste se limitó a responder de forma general lo siguiente: “Las acusaciones de estas personas anónimas que se remontan hasta tres décadas atrás son profundamente preocupantes y, tal como se presentan, inexactas. Aun así, es doloroso oír que he podido molestar o hacer sentir incómodo a alguien, da igual cuánto tiempo haga de ello y a pesar de mis mejores intenciones. Creía que todas mis interacciones y relaciones fueron siempre bienvenidas y consentidas. La gente que me conoce o que ha trabajado conmigo sabe que no soy alguien que pueda hacer daño, ofender o avergonzar a alguien de manera intencionada. Sin embargo, reconozco que las reglas y valores por los que hoy nos medimos, y debemos medirnos, son muy distintos de cómo eran en el pasado. He sido bendecido y privilegiado de haber tenido una carrera de más de 50 años, y me ceñiré al más alto estándar”.
Pero el contenido de las denuncias hablan de un miedo generalizado de las mujeres hacia Plácido Domingo, a quien supuestamente intentaban evitar en los elevadores o en comidas privadas, siempre preferían sitios públicos y con más gente.
La primera consecuencia a la denuncia fue la cancelación por parte de la Orquesta de Filadelfia a la invitación que le habían cursado al tenor español para participar en un concierto el próximo 18 de septiembre, que hicieron publicó a través de un comunicado en el que afirmaron que “estamos comprometidos a proporcionar un entorno seguro, solidario, respetuoso y apropiado para la Orquesta y el personal, para artistas y compositores colaboradores, y para nuestro público y nuestra comunidad. La información sobre los artistas de la inauguración y los cambios en el programa se anunciarán en una fecha posterior”.
El tenor español participará los próximos 25 y 31 de agosto en el marco del festival de Salzburgo, en la ópera Luisa Miller, de Giuseppe Verdi, que confirmó la propia presidenta del acto, Helga Rabl-Stadler, quien afirmó que “conozco a Plácido Domingo desde hace más de 25 años. Desde el principio me ha impresionado, junto a su capacidad artística, sus modos respetuosos con todos los trabajadores y trabajadoras del Festival. Si las acusaciones contra él también se hubieran producido en la sede del Festival, seguro que lo habría sabido”.
Fuente: La Jornada.
