Me parece que una de las tareas más satisfactorias y bonitas es la de educar. Precisamente hoy 5 de octubre se celebra desde 1994 el Día Mundial de los Docentes, de hombres y mujeres quienes inspirados e inspiradas por convicciones claras, se esfuerzan por brindar una educación de calidad en todo el mundo.
Ese compromiso ha obligado a este gremio a encontrar nuevas formas para cumplir con sus tareas; por ejemplo, en estos tiempos ya no se concibe la enseñanza sin que los mentores usen la tecnología. La educación a distancia también es clave para llegar a un mayor número de personas que desean capacitarse o aprender y concluir algún grado académico.
En este texto deseo hacer referencia al filósofo y estudioso de la educación, Fernando Savater, autor de: “El valor de educar”, quien en algunas entrevistas ha señalado que la enseñanza exige una alta inversión. «La educación es cara, pero la ignorancia es, en el mediano plazo, mucho más cara que la educación. Las democracias sólo se desarrollan y se mantienen gracias a la enseñanza».
Y aclara que cuando se refiere a ignorancia, no sólo no se trata de no saber cuál es la capital de algún país, sino de la incapacidad de leer críticamente la realidad.
Agrega: «Es esta habilidad la que marcará el éxito o el fracaso social en el próximo siglo: «La diferencia de clases no estará marcada por la posesión de bienes, sino por la posibilidad de acceder sin intermediarios a las fuentes de la información». (1997, Periódico La Nación).
Por otra parte, en nuestro país hemos transitado por varias etapas, desde la época en que los maestros contribuyeron con su ejercicio diario para avanzar en el desarrollo social, también el penoso camino con el que se pretendió privatizar la educación pública y actualmente las reformas en el presente sexenio que revirtieron la llamada reforma educativa.
En estos últimos años se ha reivindicado la imagen de los docentes, su tarea para lograr que cada vez más mexicanos logren un auténtico y pleno desarrollo. Sabemos que no es fácil cambiar en pocos años la visión de país que merecemos, pero vamos en el camino correcto para aprender a ejercer plena y responsablemente nuestra libertad.
En este sentido, maestros, padres de familia y alumnos, mantenemos un reto que habrá de cumplirse y hacerse más evidente si dejamos de lado nuestros prejuicios y somos capaces de apoyarnos unos a otros, con una visión como la tuvieron escritores, educadores y políticos como Justo Sierra y José Vasconcelos que sentaron bases sólidas para hacer realidad la educación pública en México.
En este contexto cabría la frase de Savater extraída del periódico El País que señala: “Libertad es poder decir si o no; lo hago o no lo hago; digan lo que digan mis jefes o los demás; esto me conviene y lo quiero, aquello no me conviene y por lo tanto no lo quiero. Libertad es decidir, pero también, no lo olvides, darte cuenta de que estas decidiendo”.
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