El día de hoy celebramos el voto femenino, ya que recordamos la fecha en que las mujeres pudimos emitir nuestro voto por primera vez en México. Por ello me gustaría dejarles una serie de datos y reflexiones al respecto.
Este importante acontecimiento fue solo un paso, en la larga lucha que enfrentamos día a día las mujeres en la conquista de nuestros derechos universales, ganando terreno en todos los ámbitos.
Antecedente de la celebración
En el año de 1923, en México se celebró el Primer Congreso de la Liga Panamericana de Mujeres. A él asistieron más de cien delegadas de todos los estados del país. En el resolvieron enviar al Congreso de la Unión una petición de igualdad de derechos políticos para hombres y mujeres.
El derecho al voto de la mujer en México comenzó el 12 de febrero de 1947 (Mas de 20 años después del congreso), con la publicación en el Diario Oficial de la Federación del Decreto de adición al artículo 115 para permitirnos la participación como votantes y como candidatas.
Pero fue hasta el 3 de julio de 1955, que las mujeres en México sufragaron por primera vez en una elección federal; en la elección para diputados federales de la XLIII legislatura.
- La primera diputada federal en la historia fue Aurora Jiménez de Palacios por Baja California en 1954, y las primeras senadoras fueron María Lavalle Urbina por Campeche y Alicia Arellano Tapia por Sonora en 1964.
- En 1979, México tuvo su primera mujer gobernadora, Griselda Álvarez gobernadora de Colima.
Las mujeres hemos recorrido un largo camino para tener y garantizar nuestro derecho a votar y ser votadas, y por eso todas debemos reconocer y celebrar el esfuerzo de aquellas que fueron abriendo brecha.
Pero también debemos estar muy atentas en mantener y defender este derecho ganado por nuestras antepasadas y que nos toca velar y mejorar para las siguientes generaciones.
A 68 años
Desde ese 3 de julio, pero de 1955, hace apenas 68 años, cuando las mujeres por primera vez emitieron su voto, las mujeres hemos sido importantes protagonistas de la democracia en el país, saliendo a votar, buscando ser electas y defendiendo nuestras instituciones democráticas.
Y es aquí cuando vale la pena recordar a tantas mujeres valientes, tantas que han dado sudor, sangre y lágrimas por este derecho; a ellas les digo INFINITAS GRACIAS y les aseguro que su esfuerzo nunca será en vano.
Muchos son los avances que hemos logrado las mujeres en la vida pública y política del país, pero hay todavía muchos temas pendientes, es cierto que actualmente el 66% de los síndicos del país son mujeres, que el 54% de los diputados locales y 51% de los regidores en el país son mujeres.
Pero también es cierto que solo el 22% de los alcaldes son mujeres, solo el 27% de los ministros de la corte son mujeres, solo el 37% de los secretarios de estado son mujeres.
Lo pendiente
Insisto mucho se ha logrado, pero aún hay mucho por hacer; ya que se debe asegurar la participación y libre actuar de aquellas mujeres, que son la voz de todas nosotras en esos espacios de representación.
Las invito a sumarnos desde la participación política en el ámbito público y privado; a seguir trabajando por mantener y afianzar este y otros derechos.
Aquí, nuevamente el agradecimiento a las mujeres valientes; y a los hombres que han sido aliados, los invito a seguir en esta lucha que aún tiene un largo camino y que solo llegará a buen puerto con la participación de todas y todos desde nuestra trinchera.
Porque el tema de inclusión e igualdad de género no debe ser una competencia entre hombre y mujer, sino un esfuerzo y una meta común.
Porque nunca más un paso atrás, ni para tomar vuelo.
Nunca más una mujer detrás de un gran hombre, mejor sumada, a su lado o echada para adelante.
Silvia Argüello de Julián
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